Sin límites, ni humanidad. Así se mostraba Luka Magnotta en los videos que subía a Internet en busca de fama. Primero se filmó asfixiando a gatitos y luego asesinando a Lin Jun, un joven de 33 años que drogó y apuñaló para luego descuartizarlo e incluso comer partes de su cuerpo.
El derrotero de sus atrocidades puede verse en No te metas con los gatos, la serie documental de Netflix en el que también se cuenta como un grupo de defensores de los derechos de los animales alertó a la policía sobre los aberrantes hechos que Magnotta publicó de manera anónima en YouTube y, también, como ese grupo se organizó para identificarlo.
Pero nada fue suficiente para detener al joven canadiense que ávido de fama, llegó a enviar parte del cuerpo de su víctima por correo. Tras ser buscado por el FBI en todo el mundo, Magnotta, cuyo verdadero nombre es Eric Clinton Kirk Newman, fue arrestado en Berlín, mientras buscaba noticias suyas en la web.
Condenado en 2014 a cadena perpetua por el asesinato de Lin Jun y a 29 años por crueldad hacia los animales, entre otros cargos, Magnotta reapareció en 2015 desde la cárcel. Publicó un aviso para buscar pareja, dejó en claro su ubicación pero omitió decir que había sido condenado por homicidio. “Si crees que podrías ser mi príncipe azul, envíame una carta detalladacon al menos 2 fotos. Solo aquellos que considere compatibles recibirán una respuesta”, agregó a la misiva.
Fue trasladado luego a una prisión de máxima seguridad y en 2017 se casó con otro preso, Anthony Jolín, también condenado por homicidio. Fue la madre de Luka, Anna Yourkin, y quien aparece dando su testimonio en el documental de Netflix, la testigo de la unión.
Pero hay más: en 2018, Anna finalmente publicó junto al periodista policial Brian Whitney el libro Mi hijo, el asesino: la historia no contaba de Luka Magnotta. Allí, Magnotta habla por primera vez y, una vez más, descoloca al contar que no sufre ninguna enfermedad mental o esquizofrenia (recurso que utilizó para su defensa durante su juicio) y jamás se responsabiliza por los crímenes cometidos. Increíblemente, cientos de fans le envían cartas y regalos a la cárcel.