La uva es una gran aliada del sistema digestivo. Tuvo su origen en Asia y es conocida desde la Prehistoria, su cultivo se inició en el Neolítico y se fue extendiendo al resto de Europa, para luego llegar al continente americano. Actualmente el principal continente productor es Europa.
Desde tiempos inmemoriales la Uva ha brindado a la humanidad sus virtudes como alimento y bebida. Existen numerosas variedades con diferentes colores, formas, tamaños y sabores.
Su alto poder nutricional está conformado por: vitamina C, carotenos, vitamina B1 y B6, fibra soluble, potasio, fructosa, calcio, fósforo, magnesio, glucosa, carbohidratos, calorías, entre otros.
También son ricas en polifenoles y flavonoides, además son excelentes antioxidantes para combatir el envejecimiento prematuro. Es sabido por todos que el agua es la bebida más beneficiosa para la salud; sin embargo, los especialistas recomiendan consumir una o dos copas de vino al día (cantidades superiores no ofrecen los mismo beneficios), debido a que posee sustancias que protegen al corazón, evita la oxidación del cuerpo previniendo diversos tipos de cáncer como el de próstata, piel, colón y mamas.
Asimismo el zumo de esta provocadora fruta beneficia al hígado, órgano importante en la producción de energía que requiere el cuerpo para funcionar óptimamente. No obstante, por su alto contenido de potasio equilibra las comidas saladas, es decir regula el exceso de sodio en el organismo previniendo la presión arterial elevada.
Sin embargo, las personas que padecen de diabetes deben evitar o consumir en pequeñas cantidades la uva, ya que su alto valor calórico puede disparar los niveles de azúcar en sangre.
Cabe destacar que las uvas más exquisitas provienen de Argentina, Chile y Estados Unidos. La distancia geográfica, la época del año y las posibilidades que ofrece el mercado afectan su abundancia o escasez en los supermercados y tiendas de frutas.
Dato importante: las uvas suelen ser cultivadas con ayuda de pesticidas e insecticidas, de igual forma son tratadas con ceras y resinas que las protegen durante el traslado. Todas esas sustancias son dañinas por lo tanto es importante lavar cada uva minuciosamente.