Con el paso del tiempo, es típico que la tela de los jeans se estire o se afloje y te empiece a quedar ancho en el área de las piernas y trasero, perdiendo el realce de la silueta.
Si esto le ocurre a la prenda más usada en el mundo, como lo son los jeans, aquí te brindamos la solución para que se vean nuevamente ajustados y no te deshagas de tu pantalón. Además lo más importante es que no tendrás necesidad de coserlo ¡Prestá atención!
Lavá tus jeans con agua caliente: evitá lavarlos junto con otras prendas y tampoco uses suavizante. Una lavadora de carga frontal puede ser más efectiva que una de carga superior debido a que la acción giratoria del tambor es la que encoge las fibras. Si no tenés una en casa, ve a la lavandería de tu localidad.
Lavá los jeans al revés, pues eso les desgatará menos. Este método no funciona bien en jeans strech o en los que contienen fibras sintéticas.
También podés remojar tus jeans en una cubeta de agua caliente. Empapá los jeans con agua y utilizá una cuchara de madera para sumergirlos por completo. Exprímelos una vez que el agua se enfríe, tiende y dejá secar.
Meté los jeans en la secadora: para ello utilizá la configuración más caliente y dejalos durante 30 minutos. Debes leer primero las indicaciones de la etiqueta: si dice que no debe secarse en secadora, podrías encogerlos demasiado.
Hierve los jeans: este paso es opcional pero útil en los jeans difíciles de ajustar. Utilizá una olla limpia y lo suficientemente grande como para que los pantalones quepan. Llenala con agua, poné a hervir y si es necesario agregá más agua, una vez que hierva, apagá el fuego, tapá la olla y dejá la prenda por unos 20 minutos más.
Cabe destacar que con el uso los jeans volverán gradualmente a su forma original, además con cada lavado y secado al aire, la resistencia y apariencia de tus jeans disminuirán, así que evitá usar este método en exceso.