Dueña de un bajo perfil, Karina La Princesita (33) disfruta de su carera lejos de los escándalos. Es tímida, no le gusta exponer demasiado su vida privada ni hablar de sus sentimientos. Sin embargo, se animó a abrir su corazón en diálogo con la revista Pronto.
La cantante hizo memoria y habló de la fuerte historia de violencia familiar que vivió cuando era niña. ¿Por qué creció con tanta vergüenza? "Mis compañeros de colegio fueron testigos de algunas situaciones. A lo mejor, entraba mi papá como loco a decirnos cosas graves o muchas veces mi mamá después de ser golpeada entraba toda ensangrentada a buscarnos", contó, triste.
"Mi mamá, después de ser golpeada, entraba toda ensangrentada al colegio a buscarnos".
También, Karina reveló dónde y cómo vivía cuando era chiquita. ¿Por qué no quería invitar a sus compañeros a jugar? "Nunca tuvimos casa porque mi mamá trabajaba todo el día y con lo que ganaba le alcanzaba para alquilar una piecita chiquita, donde vivíamos con mi mamá y mi hermano. Ahí estaban las camas, una cocina y el baño. Siempre ocultaba dónde vivía y decía que mi casa estaba al lado", se sinceró.
"Vivía en una piecita con mi mamá y mi hermano. Siempre ocultaba dónde vivía y decía que mi casa estaba al lado".
Lejos de dejar el tema ahí, la cantante confesó si pudo -o no- perdonar a su padre. "Sí, que se yo. No sé, es raro. Estoy en eso, tengo poco vínculo con él. En algún momento tuve más y ahora no tanto. Lo amo, obvio, es mi papá, pero hoy estamos así", dijo. Y, antes de cerrar, cuando el periodista le preguntó si su padre alguna vez le "llegó a pegar", Karina puso un freno. "No recuerdo. Hay cosas que bloqueé. Prefiero no recordar".