Los labios resecos son muy incómodos y no lucen nada bien. Además son dolorosos y hacen que llevar lipstick pueda convertirse en una pesadilla. Tal vez por ello es que vivir sin un bálsamo es algo casi imposible. Generalmente no se tiene solo uno sino mínimo tres: en el cuarto, en la oficina y en la cartera.
El bálsamo labial tiene tres beneficios principales: protege, nutre y repara. Lo más aconsejable es usar bálsamos naturales y neutros. Con los que tienen sabor, las personas tienden a chuparse constantemente los labios y la acción recurrente de la saliva sobre ellos favorece la deshidratación de los mismos.
Además, es importante elegir un bálsamo labial con protección frente a los rayos UVA porque la piel de los labios es muy sensible y no tiene casi melanina, por lo que está muy desprotegida ante la acción de los rayos solares.
Y es que son realmente muy necesarios, especialmente cuando el clima está frío y seco. Pero además del bálsamo, existen otras maneras más naturales de proteger y cuidar los labios. Y lo mejor es que se trata de ingredientes que seguramente se tienen disponibles en casa.
Algunos de estos aceites puede ser la próxima adquisición para hacer un bálsamo o usarlo por si solo para hidratar los labios:
Aceite de camelia
De la flor de camelia se extrae un aceite que posee beneficios anti-edad y estimula la producción de colágeno en los labios, haciendo que se vean más grandes y suaves.
Aceite de almendras dulces
Este tipo de aceite es pesado e intenso, perfecto para retener la humedad de los labios y mantenerlos hidratados.
Aceite de geranio rosa
Si los labios están partidos y resecos, este aceite es particularmente útil. De hecho, es un ingrediente que los productores de cremas para el cuerpo y bálsamos suelen usar.
Aceite de semilla de zanahoria
Este aceite es super nutritivo y anti-bacteriano así que ayuda a combatir infecciones y resequedad en las esquinas de la boca.