Ni bien terminó el secundario, Pampita (41) armó el bolso y se instaló sola en Buenos Aires con un objetivo claro: formar parte del mundo del espectáculo. Estaba muy ilusionada, pero no le resultó fácil obtener su primer trabajo en una agencia de modelos.
Carolina estuvo a punto de regresar a La Pampa junto a su familia, pero decidió no bajar los brazos. "Cuando terminé el secundario, quise mudarme a Buenos Aires para probar. Me la pasé yendo a castings y no quedé en ninguno. Llegó el momento de decidir si me volvía o me quedaba y seguía probando suerte. Finalmente me quedé y conseguí trabajo de vendedora en el shopping Galerías Pacífico", reveló la modelo en diálogo con la revista WATT.
Su primer trabajo como modelo la puso en el centro de la escena. A partir de ese momento, comenzó a tomar el protagonismo con el que siempre había soñado. "Al tiempo, pasé un casting de la marca John L. Cook, para la cual en ese momento habían pasado todas las super modelos como Carola del Bianco y Dolores Barreiro. De un día para el otro estaba mi cara por toda la ciudad. Eso hizo que me llamase Pancho Dotto y como no tenía agente me ofreció representarme", cerró.
¡Perserverancia ante todo!