¡Pánico en el mundo musical en todo el continente! Desde hace varios días los rumores sobre la salud de Luis Miguel se multiplicaron a lo largo y ancho de América. Informaciones cruzadas que nunca llegaron a confirmarse del todo preocupan a millones de fanáticas.
Al parecer el galán de los dientes separados está internado en terapia intensiva en los Estados Unidos desde hace al menos una semana. Como el tema se maneja con el mismo hermetismo que el resto de su vida privada, los trascendidos corren impunemente y nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que sucede.
Primero dijeron que todo se debía a una intoxicación con comida en mal estado, después que era una simple gripe que se había agravado y luego algunos medios llegaron a decir que era una internación psiquiátrica de suma gravedad.
Lo cierto es que las últimas informaciones indican que el mexicano se habría sometido a una liposucción en el abdomen para bajar unos kilitos y a unos retoques en el rostro para borrar el paso del tiempo y que algo malo pasó en el quirófano. Sin confirmación oficial, muchos periodistas especulan que una bacteria intrahospitalaria podría haberle afectado varios de sus órganos, dejándolo en un delicado estado que obligó la internación en terapia intensiva. ¡Ay! ¿Es que el mundo no aprendió nada del incidente de Raquel Mancini?
De todos modos, nadie sabe nada a ciencia cierta qué es lo que realmente sucede, aunque la hipótesis de la cirugía estética es creíble. Luismi siempre fue un coqueto y, si bien nunca perdió la línea, se nota que como a cualquiera de nosotros- le gusta más el flan con dulce de leche que las ensaladas y la comida macrobiótica. A diferencia de colegas como Ricky Martín o Chayanne, que aprovechan cualquier oportunidad para clavarse una musculosa o una mallita, el intérprete de "No culpes a la noche" no abandona el smoking ni para ir a la playa y aprovecha para esconder así cualquier rollito.
Sea lo que sea, desde acá hacemos fuerza para que todo resulte bien para el sex symbol que se animó a dejar de lado el pop más liviano (aunque "La chica del bikini azul" es un temazo de indiscutible para calidad) para ponerse meloso y rescatar del cajón de los recuerdos al bolero. No vamos a negar que quizás se le fue la mano al editar álbumes muy parecidos ("Romance" en 1991, "Segundo Romance" en 1994, "Mis Romances" en 2001... ¡vamos!), pero fue el pionero. Y le vamos a perdonar también haber hecho una versión de "El día que me quieras" y de "Uno" que casi mata de un infarto a Mariano Mores.
Miles de hombres argentinos le deben a él las más diversas conquistas amorosas y no podemos llegar a imaginar cuántos bebés llegaron al mundo después de frases como "Yo quisiera repetir el cansancio que me hiciste sentir con la noche que me diste y el momento que con besos construiste".
Frente a decenas de músicos de toda calaña que intentaron imitar su estilo, y cientos de concursantes que en cada edición de "Operación triunfo" o "Talento argentino" nos arruinan los oídos al cantar sus hits, Luis Miguel sigue siendo el número uno indiscutible.
¡Fuerza, Luismi! Si salís de esta, te prometemos que te mandamos de regalo a una de tus conquistas argentinas, la pulposa -¡y también cantante!- Luciana Salazar. Y juramos que no tenés que devolverla, te la podés quedar: es toda para vos.