El viernes 5 de septiembre, el Teatro Ópera de la Ciudad de Buenos Aires se llenó de historia y música: Nito Mestre volvió a hacer sonar fuerte a Sui Generis en un show homenaje que celebró los 50 años del mítico adiós de la banda.
El evento, que reunió a miles de fanáticos de todas las edades, fue mucho más que un simple recital: fue un viaje directo al corazón del rock nacional.
Un homenaje que hizo vibrar a varias generaciones
El espectáculo arrancó puntual y desde el primer acorde quedó claro que la nostalgia iba a ser protagonista.
Los asistentes corearon cada tema, emocionados al escuchar clásicos como “Canción para mi muerte”, “Rasguña las piedras” y “Confesiones de invierno”.

La energía en el aire era palpable: muchos no pudieron evitar las lágrimas al recordar la primera vez que escucharon esas canciones.
Sui Generis: una historia que sigue viva
A lo largo del homenaje, se proyectaron imágenes inéditas y testimonios de músicos que crecieron escuchando a Sui Generis.
El show no solo repasó los grandes éxitos del dúo Charly García y Nito Mestre, sino que también incluyó imágenes inéditas, anécdotas y datos curiosos sobre la banda, que se separó en 1975 con un histórico recital en el Luna Park.
Aquella noche quedó grabada en la memoria colectiva como uno de los momentos más importantes del rock argentino.


El público se emocionó con los recuerdos de la época, cuando la banda rompió esquemas y se animó a hablar de temas sociales en plena dictadura.
El legado de Sui Generis sigue intacto: sus letras, su rebeldía y su sensibilidad marcaron a fuego a varias generaciones. El show del viernes fue la prueba de que, a 50 años de aquel adiós, la música de Charly y Nito sigue más vigente que nunca.