Cinthia Fernández está dispuesta a llegar a las últimas consecuencias en la pelea que mantiene con Martín Baclini. En medio de todos los frentes de disputa que tienen abiertos, se destaca el que señala a su ex como el impulsor de un intento de estafa que los dos habrían llevado a cabo el año pasado, cuando participaban en el Bailando.
Según denuncia públicamente Cinthia, a él se le había ocurrido pagarle a un call center para contar con los votos necesarios y poder así avanzar en el certamen.
La bailarina además aseguró en LAM que tenía en su poder las facturas correspondientes por el pago de 150 mil pesos que el empresario habría desembolsado. Y admitió que era ella la que se ocupaba de hablar las empresas para cometer el fraude en el programa. "Con las tres hablé yo, porque el señor no ponía la voz porque tenía miedo de que se enteren", dijo.
¿Qué hizo Baclini? Negó todo y se desentendió del asunto. Ella, furiosa, arrancó con sus descargos vía Twitter, donde le dejó una advertencia amenazante: "Machirulito, ¡ayer fui clara diciendo que la que siempre hablé fui yo! ¡Así que no mentí en nada! ¡Ya vas a dejar de cancherear!".
Y ahora la bailarina volvió a la carga con más pruebas: publicó capturas de conversaciones y fotos que dan cuenta de las supuestas llamadas realizadas desde los call center, para que la pareja no se quedara atrás en la pista del ciclo de eltrece.
Los chats serían entre Cinthia y un tal Fernando, y datan de fines de noviembre del año pasado. En la conversación, este hombre le muestra una foto de la pantalla de su computadora que registra numerosas entradas de lo que se adivina son llamadas telefónicas o mensajes de texto.
"Entran como piña", le dice. A lo que ella le responde que "metan lo más que puedan". Mientras, ella insistía a sus seguidores a sumar su voto desde sus historias de Instagram.
"¿No se puede hacer? Mirá Baclini como sí se hizo lo del call center", lanzó, enojadísima, en el posteo incriminatorio. Por lo pronto, ambos firmaron para participar del Bailando 2020 y tendrán que cruzarse en algún momento, cuando afloje la cuarentena.
¿Qué dirá el rosarino, ahora?