Desde muy chica Delfina Chaves (24) tuvo en claro que su vocación era la actuación, pero que el hecho de ser la hermana menor de Paula Chaves le abría una enorme oportunidad laboral como modelo. Así fue que la actriz de La Corazonada, la primera película argentina producida por y para Netflix, habló sobre sus comienzos en una nota con Último cartuchos (FM Vórterix).
“Con el modelaje me pasó que las campañas o fotos que hice eran porque quería plata para poder pagarme las clases de teatro y la nafta del auto, básicamente”, afirmó Delfina entre risas. Y completó: “La verdad es que el modelaje me aburre bastante. Lo hago como un trabajo, solamente por la plata”.
"Me pasa con mi profesión, el teatro y todo que lo último que pienso es en la plata. Me pasa que mi representante me pide que no diga sí de entrada para negociar el tema de la plata".
Luego, marcó la diferencia con lo que le sucede con su faceta artística: “Después, me pasa con mi profesión, el teatro y todo lo demás, que lo último que pienso es en la plata. Me pasa que mi representante me pide que no diga sí de entrada para negociar el tema de la plata. Que no parezca tan desesperada”.
Más en profundidad, luego Delfina Chaves se reflexionó sobre qué tipo de publicidades acepta hacer: “Estuve muy peleada con este tema y me estoy amigando todavía. Yo sé que entro en los estereotipos de belleza, y hay algo ahí de querer romper con eso y sé que las marcas me llaman o usan por estar en ese canon. Es difícil romper con eso cuando una lo representa también. Las marcas me llaman por mi nombre, por mi laburo y lo visible que estuve el año pasado pero hay muchísimas cosas a las que le digo que no porque no me gusta lo que se vende”.