Si bien su talento en la cocina le valió zafar de la eliminación en la última gala de MasterChef Celebrity 2, Andrea Rincón reconoció que al comienzo del reality no se sintió tan a gusto como lo esperaba.
Así lo contó la propia participante en Por si las moscas, el ciclo radial que se transmite por La Once Diez: “En un momento dije ‘¿para qué estoy acá?’. No me como ni media yo y encima estoy mansita como puedo, porque no me queda otra, pero me pongo muy mal. Me convencieron mis amigas, mi familia pero yo no quería venir acá. Cuando empecé a recibir los palazos las llamé y me puse a llorar, ‘me quiero bajar’. Pero yo soy dramática con todo y encima no me gusta perder a nada”
“A muchos les pasa que se frustran, y se ponen mal y lloran y putean atrás de cámara. Yo porque soy una calentona y me sale ahí en el momento, me enojó en cámara. Esa es la diferencia”, agregó.
“Me siento querida y contenida ahora. Me pasaba que antes, con tanto palo, sentía que era la no querida. Pero eso es algo que sentí toda mi vida en mi historia, algo que tengo que trabajar en terapia, pero encima iba acompañado con un tema personal, la cuarentena que fue muy dura, la muerte de mi abuela, muchas situaciones personales que no vienen al caso, pero donde lo peor que me podía pasar era que me bardearan todo lo que hacía. Yo necesitaba caricias y recibía palos. Pero no tenía nada que ver con el juego, el problema es que me agarró en un momento difícil”, continuó, a corazón abierto.
Y cerró: “Ahora no tengo los nervios que tenía al comienzo. Sentía siempre muchos nervios, pero ahora logro disfrutarlo mucho más porque se armó algo con la producción, con los técnicos, con los compañeros y el jurado, y me siento querida y contenida”.