El 5 de mayo, Sabrina Garciarena y Germán Paoloski recibieron a Mía, la hermanita de León (6) y Beltrán (3), que nació en un contexto que la actriz nunca podría haber imaginado: la pandemia de coronavirus.
Incluso al momento del nacimiento, el panorama era otro en la Argentina, que hoy atraviesa uno de los momentos más complicados en cuanto a la curva de contagios.
"Es todo muy extraño, aunque intento desdramatizarlo porque es algo que le está pasando a todo el mundo", reconoció Garciarena en diálogo con la revista Pronto en una entrevista en la que contó cómo vive estos días donde la alegría por su beba se combina con la angustia, preocupación y agobio.
Sabrina aclaró que, al nacer Mía, estaba más tranquila que ahora. "Hoy por hoy, todos escuchamos de algún conocido o sabemos de alguien que está contagiado pero cuando estaba por tener, no. Nosotros teníamos más o menos 40 días de encierro, nos internamos en el Otamendi y todavía no había casos ahí... “, dijo la actriz. Y admitió que de parir ahora, hubiera sido peor.
"La beba demanda mucha energía pero también tengo dos hijos más, que son chiquitos y tienen todo el tema del colegio en casa”.
"La beba demanda mucha energía pero también tengo dos hijos más, que son chiquitos y tienen todo el tema del colegio en casa”, dijo. Y agregó que, a la vez, el hecho de que su marido esté transmitiendo desde la casa le trajo más trabajo aún. “Soy su maquilladora, iluminadora, sonidista y demás... Es agotador", señaló.
"Pasaron dos meses y no la conoce nadie. Para colmo, los primeros días me había agarrado una cosa de no querer acercarme al teléfono”.
Sabrina explicó que, en un primer momento, sus cinco hermanos y su mamá la llamaban todo el tiempo. “Para mí, la videollamada es muy invasiva, porque atendés y por ahí estás dando la teta o en pijama y te ven todos. Ahora ya me relajé", aseguró la actriz, con ganas de que todo pase lo antes posible.