Para bailar el tango hacen falta dos, porque si uno no quiere, dos no pueden. De eso saben, y mucho, tanto José María (90) como Blanca (92), dos adultos mayores que deleitaron a Verónica Lozano con su historia de amor y "aguante". Luego de haber tenido un gran paso por ¿Quién quiere ser millonario?, José María llevó a su esposa al estudio de Cortá por Lozano y se lamentó por no haberse retirado con el medio millón de pesos que tenía asegurado, para arriesgarse a ir por los dos millones, y marcharse solo con 180.000 pesos.
De todas formas, tanto él como Blanca estaban más que satisfechos, ya que al menos se llevó un buen premio. Con esa alegría y vitalidad a flor de piel, Blanca se atrevió a bromear cuando Vero le comentó que lo tiene “absolutamente enamorado” a José María: “Ahí en la tele, ja. En la realidad también, ¡pero a la fuerza, ja!”.
Más tarde, la mujer explicó cómo surgió el flechazo: “Nos conocimos bailando un tango”. Ahí, José María completó: “Fue en el Centro Asturiano, arrancaron con La Cumparsita, la vi que bailaba bien y la cabeceé. En ese entonces se cabeceaba. La saqué, me salió bien, bailamos un tango y hasta acá estamos. Cuatro años de novios y 56 de casados”.
Al final, Blanca confesó qué fue lo que le gustó de José María el día que se unieron para siempre en el salón de baile: "Yo estaba con el radar. En ese me gustó cómo bailaba, nos acompañábamos bien, y a partir de ahí seguimos". ¿La fórmula para perdurar? Según dijo José María es "aguantarse". Ella lo aguanta a él, y él la aguanta a ella. Simple.