Acostumbrada a hacer reír a grandes y chicos con sus desopilantes diálogos y sus imperdibles espectáculos, Dalia Gutmann abrió su corazón y contó en primera persona cómo fue atravesar un cáncer de mamá cuatro años atrás.
“En el 2015, estaba en Perú, fui a trabajar y me toqué un bultito en la teta, y cuando volví lo primero que hice fue ir a revisarme. Me encontraron un tumor maligno, me lo sacaron, y bueno después hice todo el tratamiento y tomé la medicación que hay que tomar después. Yo tengo un recuerdo del quirófano muy emocionante también, tenía un hijo muy chiquito, pero con unas ganas de vivir tremendas, pero lloraba un poco pensando en que tengo mil cosas para hacer. Estoy convencida de que cada obstáculo es para aprender”, expresó Dalia, en diálogo con Agarrate Catalina, el ciclo radial que conduce Catalina Dlugi por La Once Diez.
“A veces me siento cursi o romántica, pero creo que te sirve para enfrentar los problemas, era como un drama que no terminaba nunca. Al principio son estudios, la primera vez que me hice un estudio tenía que hacer función y les preguntaba a mis amigas qué hacer, si hacía la función o no, entonces me decían ‘¿te vas a quedar en tu casa llorando?’”, agregó.
"En el 2015, estaba en Perú, fui a trabajar y me toqué un bultito en la teta, y cuando volví lo primero que hice fue ir a revisarme. Me encontraron un tumor maligno, me lo sacaron, y bueno después hice todo el tratamiento".
Además, en el mes de concientización de la lucha contra el cáncer de mama, Dalia habló de la importancia de la detección a tiempo: “Lo que me interesaba decir es ‘no te hagas la bolu.. cuando notes algo en el cuerpo. Es algo que le pasa a infinidad de personas, yo nunca lo conté públicamente porque nunca nadie me lo preguntó, no porque me de vergüenza, yo la saqué muy barata porque reaccioné a tiempo”.
"Seba (Wainraich) es muy compañero. Es de recontra estar ahí. Me tuve que operar dos veces y las dos veces que me desperté de la anestesia él estaba ahí al lado mío".
Por último, la entrevistada habló del apoyo incondicional de su pareja (y padre de sus hijos Kiara y Federico), Sebastián Wainraich: “Seba es muy compañero. Es de recontra estar ahí. Me tuve que operar dos veces y las dos veces que me desperté de la anestesia él estaba ahí al lado mío. Uno tiene que saber además de que la vida un día termina, que hay que disfrutar esto porque no sabes cuándo acaba”.