Un nuevo capítulo en la guerra entre Luciana Salazar y Amalia Granata se escribió el martes por la noche en Intratables. La legisladora electa por la provincia de Santa Fe estaba como panelista invitada y la participante del Súper Bailando 2019 se comunicó al aire para hablar de política. Quien propició el intercambio fue Diego Brancatelli, luego de señalar que de sus “últimos cuatro tweets, tres fueron contra Amalia”.
Tras relativizar los retweets que hizo, Salazar se defendió: “Me parece más productivo ubicar a machirulos o misóginos que me están bardeando, y provienen de este gobierno que contestarle a una mujer, generar una pelea mediática. En definitiva, es lo que quieren algunos para tapar otras cosas más importantes que estoy diciendo”.
Luego, Brancatelli le preguntó si quería aprovechar para decirle algo a Amalia, pero Luli se excusó: “No. Primero, lo pusieron unos fans míos y que ponga me gusta o le haga retweet no quiere decir que me quiera enfrentar en una pelea mediática entre mujeres, cuando hoy las mujeres nos tenemos que cuidar. Me parece que eso hoy no es productivo”.
Para fomentar el debate, Fabián Doman diferenció: “La de ustedes es una discusión política, no es una discusión de vedetongas Y no me parecen mal dos mujeres que opinan del país”.
Luciana Salazar: "Amalia, dijiste que tartamudeaba cuando hablaba de política y eso no me parece que sea entrar en polémica, para mí sí es entrar en polémica, porque en el programa te pasó lo mismo”.
Una vez más, la madre de Matilda eludió la discusión: “Los medios lo levantan como una pelea mediática entre mujeres, y no está bueno. De hecho, ayer quisieron que entre en una polémica con ella en el Bailando y fui la primera que la defendí”. Recién ahí, luego de poner gestos de asombro, confusión y desacuerdo, Granata lanzó su replica.
“No entiendo el tema de la pelea y lo que está planteando porque nunca planteé una pelea. Me preguntaron qué pensaba de los tweets y dije que para mí es una operadora y no es una mala palabra operadora, pasa que en este país está mal utilizada. Tampoco está mal tener un fin en común para operar. Está perfecto”.
Amalia: "Luciana, dije que me parecían los tweets, una forma de escribir que no es la tuya de hablar, pero cuando hablabas en vivo hacías bastante agua… hacer agua es tartamudear, te ponés nerviosa porque no estás empapada en el tema. ¿Eso es una falta de respeto?”.
Entonces, Luciana la cruzó: “Eso te lo puedo entender perfectamente, ahora, lo que dijiste en los medios, no. Dijiste que tartamudeaba cuando hablaba de política y para mí sí es entrar en polémica”. A lo que Amalia retrucó: “No sé de lo que hablás. Dije que me parecían que los tweets están escritos de una forma que no es la tuya de hablar porque cuando hablabas en vivo hacías bastante agua… hacer agua es tartamudear, te ponés nerviosa porque no estás empapada en el tema. ¿Eso es una falta de respeto, un insulto, un tema de mujeres? No entiendo”.
Al final, Luciana Salazar se quejó: “No me parece algo bueno decirle a una persona lo que estás diciendo, pero está todo bien. Ayer salí a defenderte, yo muestro otra cara. Entre mujeres nos tenemos que cuidar. Yo siento que lo que dijiste fue una chicana”. Y Amalia Granata concluyó, por más que el conflicto siguió por el tratamiento que los medios hicieron de sus polémicas: “Pero acá nadie está peleando, estamos debatiendo y dialogando. Querer poner la chicana del tema de las mujeres porque estamos en un momento sensible, sobre todo en un fin de semana donde han muerto muchas mujeres, no te suma a vos que sos la que lo decís. Podemos debatir, consensuar o no y eso no es enfrentarse entre mujeres”.