En la espera de Filipa, Paula Chaves disfruta del embarazo junto a su marido, Pedro Alfonso, y a sus dos hijos, Olivia y Baltazar. Sin embargo, esta dulce espera es especial, porque se vio condicionada por el aislamiento social, preventivo y obligatorio, que generó el coronavirus.
Como medida precautoria, en la Argentina se suspendieron las clases, en principio hasta el 31 de marzo, y el comienzo de primer grado de Oli se puso en pausa, al menos en el plano social.
"No sé si a las mamás se les está complicando menos, pero la mía no quiere hacer nada. Es primer grado y no le copa mucho. Prefiere irse a jugar".
"Ahora nos está costando un poco hacer la tarea que nos mandan. Yo no doy a basto. No sé si a las mamás se les está complicando menos, pero la mía no quiere hacer nada. No es que dice 'sí, sentémonos'. Es primer grado y no le copa mucho. Prefiere irse a jugar y, la verdad, yo no insisto tanto. Venimos bastante atrasados", dijo Paula en Cortá por Lozano, describiendo el comportamiento de su hija, sin tener que ir al colegio por la pandemia.
"Si a ella le interesa algo, voy a hacer hincapié en eso. No la voy a atosigar. Si a ella no le interesa leer un libro, no la voy a someter. En eso soy medio floja".
Pensando en la educación de Olivia, Chaves asumió que no es estricta: "Si a ella le interesa algo, voy a hacer hincapié en eso. No la voy a atosigar. Si a ella no le interesa leer un libro, no la voy a someter a tener que leer el libro. En primer grado es como que les tienen que nacer a ellos las cosas, que sea algo divertido. En eso soy medio floja. Después escribe con letras sueltas, arma, borra, y me encanta ver ese proceso. Las únicas dos veces que logré sentarla en la mesa, me encantó poder verlo. Pero no está tan copada con el tema de hacer la tarea en casa".