El año pasado, Natalie Weber (31) fue diagnosticada con un cáncer de mama y, tras una dura batalla, pudo vencer la enfermedad. Sin embargo, el proceso fue largo y angustiante. Finalizada la pesadilla, la mujer de Mauro Zárate (29) tomó la decisión de hacerse una mastectomía para ahuyentar definitivamente el fantasma de una posible reaparición tumoral. En primera instancia, a Natalie le sacaron las glándulas de las dos mamas. Después pasó nuevamente por el quirófano por motivos estéticos y reconstructivos.
"No andaba en lolas por mi casa. Usaba corpiños deportivos o musculosas, y no dejé que Mauro me viera sin nada, aunque nuestra vida sexual nunca se vio afectada".
"¿Cómo fue el período entre la operación y la reconstrucción? ¿Tuviste mucha inseguridad con tu cuerpo?", le preguntaron en la revista . Y la bella morocha contestó: “Obviamente, no andaba en lolas por mi casa. Usaba corpiños deportivos o musculosas, y no dejé que Mauro me viera sin nada, aunque nuestra vida sexual nunca se vio afectada. Es que en la operación, que fue el 17 de julio, me sacaron todo lo que era glándula mamaria y me pusieron un expansor, una prótesis vacía que, cada quince días, rellenan con solución fisiológica para que el músculo se vaya expandiendo... Los primeros quince días sentí que era un pibe, pero después tuve lolas. Confié ciegamente en mis médicos, que me dijeron: 'Vas a quedar muy bien'. Ellos fueron los que me salvaron la vida", relató Natalie, evocando su dura vivencia.
Sin embargo, reconoció que los miedos persisten: "Siento que salí de ésta, que estoy curada, pero no te voy a mentir: me quedó miedo a morirme, porque me di cuenta de que soy vulnerable y se me fue toda esa prepotencia de la juventud".
Agradecida con la vida y los médicos, Weber manifestó su deseo de darle un hermanito a Mía y Rocco, aunque en un tiempo. "Puedo tener un hijo porque hormonalmente mi tumor dio negativo, pero por ahora no. Quizás más adelante, en unos tres años. Me gustaría tener otra nena. En este momento quiero disfrutar a mi familia".