de la historia de Bailando por un sueño en nuestro país. (31) decidió bailar con su hermano Agustín (33) el denominado Merengue en familia y con su vínculo conmovieron a todos, desde el jurado hasta al público.
Ejemplo de amor y de lucha, el hermano mayor de la modelo se ganó el cariño de todos y Mery disfrutó del momento junto a él, orgullosa.
Meses después de aquel inolvidable momento televisivo, Del Cerro habló sobre su historia familiar en profundidad con la : "Agus tiene ese retraso porque tenía que nacer un martes a las diez de la mañana por cesárea, pero lo demoraron un día y medio. Es decir, hubo mala praxis. A mis padres les llamó la atención que no caminara teniendo año y medio. No había exámenes previos tan exhaustivos como ahora. Le hicieron la tomografía computada y ahí saltó que tenía un retraso madurativo, producto del parto demorado. Yo estaba recién nacida, tenía tres meses".
"Agus tiene ese retraso porque tenía que nacer un martes a las diez de la mañana por cesárea, pero lo demoraron un día y medio. Es decir, hubo mala praxis (...). Mi mamá de lo único que se ocupaba era de Agus: de llevarlo al colegio, al fonoaudiólogo, al psicólogo, a equitación, donde participaba de las Olimpíadas especiales. Así que me hice un poco solita, más allá de que siempre fui muy autosuficiente".
María recordó: "Mi mamá de lo único que se ocupaba era de Agus: de llevarlo al colegio, al fonoaudiólogo, al psicólogo, a equitación, donde participaba de las Olimpíadas especiales. Así que me hice un poco solita, más allá de que siempre fui muy autosuficiente".
Y, además, confesó: "No te digo que lo odiaba, pero relacionarme con él era difícil para mí. Por ejemplo, íbamos a la casa de mi prima y se me pegaba porque yo era su ídola, y a mí eso me molestaba. Le repetía: 'Salí, salí'. Sentía rechazo, algo que ahora de grande me hace sentir mal. Hasta que entendí que me pasaba eso por ser chica. Y hoy que soy mamá, pienso en mis padres: debe haber sido muy duro ver mi rechazo hacia él. Ahora somos re unidos y yo lo incluyo en toda mi vida. Es el padrino de Mila, mi hija de un año y medio, viene con nosotros al campito de los abuelos de mi marido. Está incluido en todo".
Del Cerro también agregó: "Invitar a Agus al bailando fue transformador para mí. Fue muy fuerte exponerlo y haber abierto mi corazón. Ahora todo el mundo lo conoce. La otra vez, una señora, en el Paseo Alcorta, me dijo: “Te quiero felicitar por lo de tu hermano”, y se emocionó. También me paran por la calle y me cuentan: 'Tengo un primo con un retraso también'. Sin duda, la gente conoció una faceta distinta mía. Porque quizás algunos creen que por ser modelo y estar con la frivolidad, no te pasan cosas duras".