Invitada a Almorzando con Mirtha Legrand (eltrece), Luisa Albinoni habló de lo muchísimo que le costó convertirse en mamá. También, hizo hincapié en que buscó durante muchísimos años a su hija y que tras perder su último embarazo, a los 52, pensó por primera vez en la posibilidad de adoptar.
"Mi pareja de ese momento quería que yo hiciera un proceso de fertilización asistida y con el problema que yo tenía de úteros no quise hacerlo... Y le propongo la adopción. No quiso, descubrí que era otra persona de la que yo creía que era. Eso hizo que nos fuéramos separando hasta que finalmente nos dejamos y yo seguí solita con la adopción. Por eso fue tan difícil, porque en ese momento no había mucho monoparental", remarcó.
"Tenía cinco añitos recién cumplidos, le habían dicho que yo trabajaba en televisión y si quería que la madrina fuera su mamá, porque ella me conocía como la madrina. Y llego allá, me dice 'hola mami', imaginate... Se me cayó todo al piso".
En ese punto, agregó que siguió con el proceso sola y que modificó su día a día rotundamente para lograr convertirse en mamá. "Seguí solita y empecé a peregrinar, yo estaba con esto de ser madre y me fui como nueve años de la profesión. Era madrina ya de siete hogares, y un día me llaman de uno de los hogares donde yo era madrina. Atienden en casa, yo no estaba, y me avisan de un juez que había decretado el estado de abandono de una chiquita. Yo en el ataque de locura, porque cuando vos entrás recién en adopción pensás que te van a llamar a la semana", siguió.
Y cerró haciendo hincapié en el encuentro previo con su hija, que ni bien la vio la dijo "mamá". "Me llaman, te juro que no sé qué puse en el bolso, viste cuando estás en una nube... Y me pasaban todas las caritas de los nenes. Llego allá y a la nena le habían enseñado a decir 'hola mami'. Tenía cinco añitos recién cumplidos, le habían dicho que yo trabajaba en televisión y si quería que la madrina fuera su mamá, porque ella me conocía como la madrina. Y llego allá, me dice 'hola mami', imaginate... Se me cayó todo al piso", concluyó con emoción.
¡Hermosa historia!