Luego del exitazo que protagonizó en 100 Días para enamorarse, programa que se alzó este año con el Martín Fierro de Oro, Luciano Castro (44) va por más.
A partir del lunes a las 22.15 será parte de Pequeña Victoria, una historia que también será muy actual y diferente. Allí el personaje de Julieta Díaz le alquilará el vientre al de Natalie Pérez para cumplir su deseo de ser madre. Además, Mariana Genesio será una chica trans que irrumpirá como "el donante" de esperma y a su vez tercera mamá de la beba; la participación de Inés Estévez completará el cuarteto.
Castro habló con Ciudad de este nuevo proyecto que lo tiene sumamente entusiasmado y también de su vida personal y familiar.
"Mi personaje no llega a ser un machirulo, ¡es más bien un pelotudo! Le pasan cosas que son hasta graciosas por lo patético de su personalidad".
-Luciano, ¿cómo será tu personaje y con quién tendrá su historia de amor?
-Mi historia es con Julieta que es mi amor de toda la vida. Ella es una empresaria muy exitosa que decide ser madre sola y también seguir triunfando, como si no se pudiera hacer ¿no? Lo aclaro porque tiene que ver con la historia que se cuenta en la novela. Un poco de lo que se habla es que si es madre quizás no pueda triunfar en el mundo empresarial. En la historia vengo de trabajar afuera y cuando queremos retomar la relación empiezan a jugar nuestros egos de empresarios exitosos. Victoria también está en el medio, que no es poco.
-¿Es un "machirulo"?
-A ver, es como un machirulo naif y demodé. Es más, no llega a ser un machirulo, ¡es más bien un pelotudo! Por ejemplo, cuando ve a la beba dice como "¿y esto?". Nunca pensó que podría ser de Jazmín (Julieta Díaz). Le pasan cosas que son hasta graciosas por lo patético de su personalidad.
-Es una historia con cuatro mujeres fuertes como protagonistas y en este caso los actores varones las están acompañando, ¿cómo vivís este cambio de paradigma?
-Está bien que las cosas estén claras y son como son. Las chicas están al frente, tienen con qué, tienen una historia enorme, lo están haciendo de una forma genial. Y también está muy bien que tanto yo como Facu Arana y Dani Hendler sepamos cuál es nuestro lugar y acompañarlas. Eso hace que todo sea más homogéneo y genuino, no hay miserias, no hay nada. Hay ganas de que las cosas salgan bien. Son todos actores de raza, que quieren actuar, lucirse y eso hace que te exijas. Yo, por ejemplo, estoy todo el tiempo boludeando y cuando la miro a Julieta ella está súper concentrada así que enseguida me pongo los lentes y agarro el libreto para estudiar. Eso está bueno.
"Está bien que las cosas estén claras y son como son. En Pequeña Victoria las cuatro protagonistas están al frente, tienen con qué, tienen una historia enorme, lo están haciendo de una forma genial. Y también está muy bien que tanto yo como Facu Arana y Dani Hendler sepamos cuál es nuestro lugar y acompañarlas".
-¿Cómo fue que te llamaron para ser parte?
-Me gusta la historia. La conozco desde que se generó. Soy muy amigo de Érika Halvorsen, la autora, a tal punto que yo le pedí estar acá. Cuando me contó lo que estaba escribiendo le dije "qué bueno que está, quiero ser parte". Y ella me contó que era sobre cuatro chicas la historia, entonces le respondí "bueno, pero alguna tiene que tener un novio, algo... ¡meteme ahí!". Mi relación con Telefe estaba muy vigente por lo de 100 días... así que también lo empecé a hablar con Darío (Turovelzky, director de Contenidos Globales de Viacom/Telefe), después con Guillermo Pendino (brand head de Viacom/Telefe), les hinché las pelotas a todos y me metieron. Todo fue porque me gustó la historia y aparte hace mucho que no trabajaba con Julieta.
-¿Cómo ves el desarrollo de su carrera?
-Creo que está entre las mejores actrices de Argentina. Además, Inés es una bestia, Natalie y Mariana son el futuro. Pero en el caso puntual de Julieta, yo empecé con ella en Campeones donde éramos hermanos, después hicimos Valientes como protagonistas y ahora vuelvo a trabajar con ella, ya explotada como actriz. Ella es una persona que tiene cuarenta propuestas por día mientras que yo estoy pensando qué cocinar a la noche, imaginate. Pero bueno, eso me potencia.
-Con Sabrina (Rojas, su esposa) se nota que esta todo muy bien, ¿pasó la tormenta del verano?
-Sí. Pasó, pasó.
"No tengo ganas de tener más hijos. Soy un hombre grande, mi hijo mayor tiene casi 18 años y un montón de cosas para explicarle y tiempo que le debo y con los dos más chiquitos, que los estoy formando y su formación es todo. No estoy para otro hijo, no me da la cabeza, las ganas, nada".
-¿Te dieron ganas de tener más hijos grabando rodeado de bebés?
-No. Para nada. Tengo tres hijos (Mateo, de 17 años; Esperanza, de 5 y Fausto, de 4), dos muy chiquitos. Además soy un hombre grande, mi hijo mayor tiene casi 18 años y un montón de cosas para explicarle y tiempo que le debo; además estoy con los dos más chiquitos, que los estoy formando y su formación es todo. No estoy para otro hijo, no me da la cabeza, las ganas, nada.
-Por lo que vemos, sos un papá muy presente, incluso te hemos visto bailar para darle el gusto a tus hijos...
-Sí, hago lo que hace cualquier padre, lo que pasa es que yo salgo en la tele, nada más. Aparte son momentos únicos que por más que no quieras o te mueras de vergüenza, ves la cara de tu hijo y decís "cómo no lo voy a hacer". Lo hacés, una gracia de dos minutos y listo.