A los 36 años, Luciana Salazar pudo cumplir su sueño de ser mamá a través de un costoso método de maternidad subrogada que se llevó a cabo en Estados Unidos. Ahora en medio del dolor por su separación del economista Martín Redrado (55) -tras 7 años de relación- la modelo habló de cómo fue la elección del donante elegido.
"Me enviaron los links de algunos bancos de esperma con las fichas de los donantes, en las que encontrás desde propensión a enfermedades hasta habilidades artísticas", comenzó diciendo Luciana en diálogo con la revista , donde brindó una de sus entrevistas más profundas y a corazón abierto.
Luego, dio detalles de las características del donante que lograron llamar su atención: "Y... una elige pensando si el hombre en cuestión es alguien con quien podría estar (se ríe). Mi donante es un estudiante de 26 años, que juega al fútbol americano, por lo que vi, y con una familia que me hizo acordar mucho a la mía. Eso me gustó. Todos tienen ojos rasgados, como yo. ¡Mi hija será muy chinita! Pero lo que más me sedujo fue su sonrisa... enseguida la proyecté en la carita de Matilda".
Mi donante es un estudiante de 26 años, que juega al fútbol americano y con una familia que me hizo acordar mucho a la mía. Pero lo que más me sedujo fue su sonrisa... enseguida la proyecté en la carita de Matilda".
Por otro lado, Sazalar se refirió a la madre subrogada: "Es sugerida y previamente analizada por la clínica. Debe cumplir ciertas condiciones, como la de ya haber sido madre o vivir en el mismo Estado en el que se inicia el proceso, entre otros ítems físicos y psicológicos. Su manutención queda a mi cargo, a través de un fideicomiso, en lo que insuma el embarazo".
"Así, a fines de 2016 conocí a Lía, una enfermera de Ohio, radicada a 400 kilómetros de Miami. La primera cita fue por Skype, y la decisiva. Ambas teníamos que elegirnos. La empatía fue inmediata, porque las dos vivimos historias similares. Se enamoró de un señor mayor que ella: médico, divorciado y con hijos grandes. De pronto quedó embarazada (hoy su hija tiene 6 años) y eso generó graves conflictos familiares. Por eso me dijo: 'A mí me costó lograrlo. Voy a ayudarte con el vientre y el corazón'. Hoy, mi hija tiene 18 semanas (siempre se cuentran tres antes del proceso). Según la obstetra de Lía, podría nacer el 7 de diciembre", agregó.
"El final de mi relación con Martín fue una decisión muy pensada, charlada y durísima. Lloramos mucho. Ninguno de los dos se atrevía a dar el paso. Nuestras despedidas siempre fueron telefónicas, porque sabemos que cara a cara es imposible".
Además, Luli aclaró que después del nacimiento, piensa instalarse en Miami: "Durante un mes y medio, hasta que cumplamos con las vacunas y los trámites de documentación. Mi familia entera viajará conmigo para recibir a la beba, y se quedarán con nosotras... ¿Ves? (se quiebra) Otra de las razones por las que ya no quería seguir esperando es para que mi hija no perdiera tiempo de sus dos abuelos maravillosos".
Por último, y entre lágrimas, Luciana relató cómo fue el final de su noviazgo con Redrado: "Fue una decisión muy pensada, charlada y durísima. Lloramos mucho. Ninguno de los dos se atrevía a dar el paso. Nuestras despedidas siempre fueron telefónicas, porque sabemos que cara a cara es imposible. De hecho, él retrasó su regreso al país. En siete años, si fuimos y vinimos tantas veces, es porque realmente no podemos vivir separados. Tal vez no supimos manejarnos frente a los medios, que bastardearon nuestra relación. Lo nuestro fue superior a la química... más que simbiótico, fue espiritual".