El miércoles Jorge Rial (57) arrancó Intrusos despotricando contra América y “el programa de Mariano Iúdica”, porque instantes antes de salir al aire Involucrados tuvo a Morena Rial (20) llorando desconsolada en un móvil. El jueves, el conductor se ausentó al programa y según supo Ciudad fue Romina Pereiro quien se encargó de avisar que tampoco iría el viernes.
El departamento de prensa de América le confirmó a este sitio el motivo de su ausencia: “Lo que pasó es que está descompuesto, se siente mal, y a la mañana le avisó a la producción que no iba a hacer el programa”.
"El médico me pidió que me quedara en casa para descansar y estar tranquilo. Obvio que me afecta lo de mi hija, el quilombo, me afectó también verla ayer en pantalla de esa manera. Tengo que descansar".
Horas más tarde, fue el propio Rial quien, en diálogo con Clarín, precisó la naturaleza de su malestar: “Todo este quilombo de mi hija me afecta. No es fácil. Entonces no pasé una buena noche, pasé una noche sin dormir".
"El médico me pidió que me quedara en casa para descansar y estar tranquilo. Obvio que me afecta lo de mi hija, el quilombo, me afectó también verla ayer en pantalla de esa manera. Tengo que descansar. Estas cosas afectan mucho y venimos hace un año con todos estos quilombos", agregó.
El día mismo del escándalo, la directora de programación de América, Liliana Parodi, le había confiado a Ciudad la charla que tuvo con Jorge Rial tras la nota de Morena y antes del comienzo de Intrusos: "A Jorge dolió, le dolió… porque ella está vulnerable y para cualquier padre es incómodo. Vos no podés empezar un programa después de ver a tu hija llorando, en el programa anterior, en tu mismo canal. Es incómodo y le duele. Son estas cosas del vivo, ya veré cómo lo arreglo".