Antes de la declaración en indagatoria de Claudio Contardi, el exmarido de Julieta Pradi, se dio conocer el informe psiquiátrico de la modelo y conductora.
Teleshow accedió al informe del perito de parte que se le realizó a Julieta luego de que el juez decidiera llamar a indagatoria al padre de sus hijos, en al marco de la causa por abuso sexual y violencia.
Este documento está firmado por el psiquiatra Rafael Herrera Milano. Y asegura que Prandi presenta "acentuados síntomas de angustia, ansiedad y labilidad emocional".
QUÉ DICE EL INFORME PSIQUIÁTRICO DE JULIETA PRANDI
En el informe se destaca que Julieta siente "culpa por no haber podido proteger a sus hijos del padecimiento que les generó su padre biológico".
"Tiene recuerdos traumáticos que no puede sacar de su cabeza y que le ‘aparecen de manera incontrolable’ de violencia física, psíquica y sexual padecida en numerosas oportunidades a expensas de ser ‘manipulada y forzada’ por su exmarido", también se puede leer en el documento.
Siente "culpa por no haber podido proteger a sus hijos del padecimiento que les generó su padre biológico".
"También tiene trastorno de estrés postraumático. Su credibilidad discursiva resultó estable, no se constató una actitud querellante ni signos de intento de simulación, ni ha puesto demasiado énfasis en resaltar síntomas, ni presentó respuestas evasivas, ni teatralidad".
"Se constató una correlatividad entre los síntomas con la expresión gestual y somática del trastorno. Tampoco se objetivaron antecedentes de interés pisquiátrico hereditarios. Niega consumir sustancias ilegales”, suma el perito, haciendo hincapié en que Julieta habría manifestado que siente "vergüenza" por no haberse ido antes de ese "infierno".
"Se han observado indicadores inequívocos de haber padecido situaciones de estrés crónico, compatibles con hostigamiento sexual y violencia familiar sostenidos en el tiempo".
"A lo largo de las entrevistas se han observado indicadores inequívocos de haber padecido situaciones de estrés crónico, compatibles con hostigamiento sexual y violencia familiar sostenidos en el tiempo. Como consecuencia de los mismos se destaca un daño lacerante en su autoestima, un agotamiento físico y psíquico ocasionado por el desgaste de los litigios judiciales vigentes, además del entero cuidado y manutención de sus hijos”, concluye.