Lejos del personaje y cerca de su verdadera personalidad, (54) recibió a Ciudad.com en su casa -construida especialmente a su deseo y gusto- en un barrio cerrado en las afueras de Buenos Aires.
La charla, que fue transmitida en vivo por Facebook Live, buceó por diferentes temas: su familia, el trabajo que realizó durante 25 años como tripulante aeronáutico, la relación con su hermana y, por supuesto, el amor.
Así, Guido contó: "Ahora estoy solo, viviendo en esta casa tan grande... no tengo pareja. Desde chico había soñado con casarme y tener hijos, pero no se me dio".
Süller, entonces, se adentró en una de sus relaciones más importantes: "Fui la primera pareja de y él fue uno de los amores de mi vida. Era todo muy prohibido, por la época. Y eso tenía otro gustito. Nos encontrábamos a escondidas, hacíamos el amor a escondidas. Ricardo era muy romántico, tengo sus cartas de amor. Él siempre buscó el amor. Estuvimos un año y medio juntos, en entre 1988 y 1989. Conocía a la familia y viví un mes con ellos Punta del Este. La muerte de Ricardo fue un golpe terrible para mí".
"Fui la primera pareja de Ricardo Fort y él fue uno de los amores de mi vida. Era todo muy prohibido, por la época y eso tenía otro gustito. Nos encontrábamos a escondidas, hacíamos el amor a escondidas. Ricardo era muy romántico, tengo sus cartas de amor. Él siempre buscó el amor. Estuvimos un año y medio juntos, en entre 1988 y 1989. Conocía a la familia y viví un mes con ellos Punta del Este. La muerte de Ricardo fue un golpe terrible para mí".
-¿Hablaban de formar una familia, de tener hijos juntos?
-No. Ricardo tenía 19 años y yo, 21. Soñábamos con ser famosos. Él quería ser cantante y yo actor. Yo le decía que él cantaba mal y él, que yo actuaba mal. Nos vivíamos peleando, pero medio de mentira. Después nos queríamos. Él me quería enseñar a cantar pero no había caso. Esas cosas me enamoraban a mí. Lo que nos unía era que ambos buscábamos afecto. Los dos teníamos padres muy rectos, no sé si homofóbicos pero que no entendían nada de lo que pasaba en nuestros corazones, estaba fuera de su cerebro lo que podía ser el amor entre dos hombres. Nos unió eso, el desamor.
-¿Cómo era la relación entre ustedes?
-Volviendo a la relación, yo le daba mucho amor a él y él a mí, pero él me decía "quiero vivir, quiero vivir". Ahora, después de muchos años, comprendo por qué me decía tanto eso, porque su vida fue muy corta. Me decía "yo te amo, Guido, pero tengo 19 años y quiero vivir, no sé nada". Yo le contestaba que también me debía un poco de respeto, él quería "atorrantear" y a mí no me gustaba nada eso.
-¿Cómo hacías para mantener la relación entonces?
-Y... te cuento una anécdota. En Punta del Este, por ejemplo, cuando nos fuimos ese verano él salía y volvía a las 7 de la mañana y yo me quedaba en el departamento de la familia. Yo lo esperaba despierto, con la luz apagada y llorando. Él llegaba y se acostaba en la camita de al lado, porque dormíamos en la misma habitación pero en dos camas separadas, y yo le estiraba la mano y pensaba "que me dé la mano, que me dé la mano", y por ahí me agarraba y nos dormíamos agarrados de la mano. Son historias que van a quedar guardadas en mí para siempre. Creo que el amor ya no tiene género y está bueno poder contarlo.
¡Mirá la entrevista completa desde la casa de Guido Süller acá!