Con la emoción a flor de piel, Adabel Guerrero habló de su presente y de su pasado laboral y familiar en El gran premio de la cocina, reality gastronómico en el que es una de las famosas concursantes.
Sin embargo, la felicidad por estar en el programa se llenó de nostalgia y lágrimas al ver en pantalla una foto de su mamá, quien falleció cuando la bailarina era una adolescente. La vida de Guerrero ya estaba signada por la ausencia de padre, a quien dejó de ver a los 3 años y con quien se reencontró en el 2019.
"Mi mamá me llevó a estudiar danza a los 8 años y me volví adicta al escenario. Yo a los 17 años dejé de bailar, casi un año, fue el año más duro porque fue cuando falleció mi mamá. Siempre me dolió mucho que mi mamá no vea el crecimiento que fui teniendo. Me dolieron los estrenos, cuando termina el show, en el camarín, uno quiere ese abrazo, el ¡'Bien! ¡Te salió bárbaro!'. Siempre me costó un montón", dijo Adabel en un tape previamente grabado y que pudo ver en el piso junto a Carina Zampini.
"Yo decía 'no voy a llorar, no voy a llorar'. Pero bueno, ver la foto de mi mamá, conmigo chiquita, que es la edad que tiene mi hija, Lola, ahora, me impactó".
Emocionada por el recuerdo, la bailarina rompió en un desconsolado llanto: "Me impactó ver la foto de mi mamá. Yo decía 'no voy a llorar, no voy a llorar'. Pero bueno, ver la foto de mi mamá, conmigo chiquita, que es la edad que tiene mi hija, Lola, ahora, me impactó. Cuando murió mamá, yo tenía 17 años, no era mayor de edad. Me quedé sola en mi casa, remándola. Bailando, que siempre fue mi salvación, mi razón para levantarme todas las mañanas. Bailar siempre lo elegí como mi profesión… Mi carrera artística me salvó la vida. Y mi hija, obvio. Y la familia que pude constituir después de tanto tiempo".