La muerte de cinco jóvenes en la fiesta electrónica realizada en Costa Salguero reinstaló en la agenda mediática el flagelo de las drogas. Y abrió profundos debates.
Consultada por la delicada temática, Carmen Barbieri (60) se refirió a la trágica noche de la Time Warp y la relacionó a pasados vicios de su hijo, Federico Bal (26), quien confesó en 2013 su cercanía a ciertas sustancias: "Fumaba marihuana y tomaba alcohol, tenía la cabeza volada", decía el actor en diálogo con AM.
"Mi hijo está en una carrera en crecimiento, maravillosa, y gracias a Dios puedo decirte que es un pibe sano, sano, sano. Y eso me costó a mí, le costó a él, nos costó a todos que Federico vaya por un camino limpio", dijo Carmen.
Con seriedad y compungida, la capocómica expresó en Intrusos: "Lo que pasó es una desgracia muy grande, y les mando un saludo a todos los familiares, a los chicos que están internados. La droga mata, es terrible. A mí no me gustan las fiestas electrónicas, a mi hijo sí. Fede, que yo sepa, no toma ninguna de esas drogas. Pero no está a salvo de que le pase algo así… ¡Ni Dios lo permita!".
Luego, reflexionó: "Me parece que tendría que haber más seguridad en los boliches y en los colegios porque la droga está. Y si no la buscás, te busca. La droga arruina".
Tras dejar sentada su postura negativa sobre las drogas, Carmen habló de la ayuda que le brindó a Fede para que no caiga en las adicciones: "Mi hijo está en una carrera en crecimiento, maravillosa, y gracias a Dios puedo decirte que es un pibe sano, sano, sano. Y eso me costó a mí, le costó a él, nos costó a todos que Federico vaya por un camino limpio".