Asume su timidez, pero puede dejarla atrás a la hora de posar y desplegar su belleza para las fotos. A un año del lanzamiento de su línea de indumentaria, Madness Clothing, Candelaria Tinelli (24) volvió a ponerle el cuerpo a la campaña gráfica de su marca: "Papá me aconsejó que volviera a hacerla y creo que aporta un plus porque mostramos a una chica normal de cuerpo, con tatuajes, y eso expresa la identidad de mi marca", anticipó la joven en la , en una charla en la que habló de todo.
Famosa desde la cuna, la hija de Marcelo Tinelli fue ganando espacio por motu propio en el medio y se fue acostumbrando a la exposición, más allá que muchas veces haga todo para evitarla. De hecho, pocos días atrás hizo privado su Instagram y lo anunció con un contundente escrito: "Tengo los huevos llenos: D". Sobre su determinación, explicó: "No cerré mi cuenta de Instagram, la hice privada porque quiero subir fotos más personales. Y no me enojé, como se dijo. Es verdad que estoy mucho más tranquila y aprendí que depende mucho de mí que no me afecte lo que se dice. Pero bueno, a veces hay que marcar límites porque existe gente que abre cuentas sólo para agredir a otros. El otro día me enojé y cerré Twitter, pero a los dos días lo volví a abrir porque me sirven las redes sociales para mostrar mi trabajo".
"La cara no me la tocaría, pero qué se yo, digo y me desdigo, como todo el mundo. Quisiera hacerme la espalda, tengo un proyecto de tatuajes pero mucho no quiero decir por papá. Él no quiere que me tatúe más, pero bueno, ya soy grande. Entiendo su opinión, dice que soy joven, y tiene razón, pero vivo el hoy", dijo Cande sobre su gusto por los tattoo.
Con el corazón disponible tras terminar su noviazgo con Nacho Lecouna -anteriormente estuvo en pareja con Nacho Viale-, Cande confesó llevarse bien con la soltería y negó romances: "Terminé muy bien con los dos Nachos, de hecho los veo y tengo la mejor onda, los quiero mucho a los dos. Son muy buenas personas", dijo, para luego aclarar las versiones que la vinculan sentimentalmente con su tatuador, Joaquín Blengino: "Si es por lo que dicen, o tengo mil novios o soy lesbiana. No se deciden. Él me tatuó las manos, nos llevamos once puntos y tenemos muy buena relación".
Por último, Cande expresó su pasión por los tattoos y la recomendación que le hizo su padre, quien también es un apasioando de los tatuajes: "La cara no me la tocaría, pero qué se yo, digo y me desdigo, como todo el mundo. Quisiera hacerme la espalda, tengo un proyecto de tatuajes pero mucho no quiero decir por papá. Él no quiere que me tatúe más, pero bueno, ya soy grande. Entiendo su opinión, dice que soy joven, y tiene razón, pero vivo el hoy. No sé qué me va a pasar mañana".