El paso fundamental de blanquear el romance delante de las cámaras estaba dado, pero el haberse sacado el peso de encima no libró a la (24) y (37) de caer presos de los nervios y la confusión. A la salida del aeropuerto de Ezeiza, los coprotagonistas de El hilo rojo hicieron notas con El Diario de Mariana e Intrusos, cada uno por separado, y luego se disponían a regresar a sus respectivos hogares.
Quien planteó la duda (mientras era filmada por la prensa) fue la China: "¿Nos vamos juntos, o qué?". Segundos después, un tanto desorientado, el galán se alejó de la artista y le confirmó al periodista de América: "Vamos a lugares diferentes". En consecuencia, el equipaje de Benjamín sí fue a un lugar distinto, ya que quedó a bordo del taxi rural. Pero el chofer del auto en el que viajaba la China lo fue a buscar a pedido de la pasajera.
El pedido de Suárez era de que su pareja lo acompañe durante el viaje, quizá debido a un cambio de opinión de último momento, o tal vez por cuestiones de logística. El detalle es que el vehículo en el que estaba sentada la China Suárez era más pequeño que el que le había tocado a Benjamín Vicuña, pero poco les importó a los tortolitos, quienes se retiraron entre risas. Y juntos.