Es el capitán de Bendita y lleva con éxito su programa radial Bien levantado, sin embargo Beto Casella (56) no es de aquellos famosos que disfrute al hablar de su vida privada. En una entrevista con el psicoanalista Juan José Abadi para la revista Viva, Beto contó algunos aspectos desconocidos de su vida como la buena relación que mantiene con su exesposa, cómo sus padres querían que fuera peluquero y, por supuesto, no faltaron algunas de sus siempre rotundas máximas.
"Compadezco a la gente que tiene una separación conflictiva, en la que quedan rencor, odio, planteos, incluso de dinero. No lo concibo. La mamá de mis hijos es parte de mi familia, por lo que cada cosa que le pase será cuestión mía. Y estoy con una mujer formidable ahora, que me acompañará todo el tiempo que decida el destino".
"Felicidad es una paz razonable, pero me parece que tuve una vida amorosa feliz. Estuve acompañado veintipico de años por una mujer formidable, con la que tengo contacto diario, y ella sabe que puede contar conmigo hasta el último día de mi vida, en todos los aspectos", aseguró. "Compadezco a la gente que tiene una separación conflictiva, en la que quedan rencor, odio, planteos, incluso de dinero. No lo concibo. La mamá de mis hijos es parte de mi familia, por lo que cada cosa que le pase será cuestión mía. Y estoy con una mujer formidable ahora, que me acompañará todo el tiempo que decida el destino", contó sobre su relación con la locutora Carolina Wyler.
"Mi viejo quería que fuese peluquero. Era un tano que la había pasado muy mal en la guerra, antes de venirse a Argentina. Mis viejos eran tanos con una inteligencia simple, de aprender mirándolos. Ellos no llegaron a aprender bien el castellano. Eran dadores de amor y de ejemplo".
"Me casé a los 28 años. Juampi y Franco nacieron cuando yo tenía 30 y 34 y estaba en medio de una locura de crecimiento, la de exceder el mundo de la gráfica y de poner un pie en la radio. Digo que se trataba de una locura porque, además, cuando era chico lo primero que les pedí a mis viejos que me regalaran era una radio spica", contó Beto sobre sus comienzos en los medios y cómo sus padres habían soñado otro destino para su hijo. "Mi viejo quería que fuese peluquero. Era un tano que la había pasado muy mal en la guerra, antes de venirse a Argentina (…) Mis viejos eran tanos con una inteligencia simple, de aprender mirándolos. Ellos no llegaron a aprender bien el castellano. Eran dadores de amor y de ejemplo", reveló.
"Los secretos de durar mucho en televisión son dos: que te quiera la gente y que te quieran los anunciantes. Digo esto con mucho humor, pero no deja de ser verdad".
"Mi mamá era la jefa de la casa. Dominaba un poco a mi viejo. Ese es el secreto para que dure el erotismo durante 30 años. Cuando manda la mujer, el erotismo dura más", aseveró y desarrolló una de sus teorías. "El varón ancestralmente es polígamo. Y me parece que el hombre moderno sigue respondiendo un poco a esa cosa natural. Lo cultural lo frena y lo pone al lado de una mujer. Creo que a ese instinto del macho cazador lo adormece una mina que lo domine", dijo. "El tipo 'mata a su madre' y la reemplaza por la esposa en este modelo de pareja en el que ella le elige la ropa, cuándo se cambia la cerámica y cuándo el auto. Él está cómodo dándole la decisión a ella, incluso sobre cuando hacer el amor. Esto no tiene comprobación científica", lanzó Beto con su humor habitual.
Además, Beto terminó contando cuál cree que la fórmula del éxito en televisión: "Los secretos de durar mucho en televisión son dos: que te quiera la gente y que te quieran los anunciantes. Digo esto con mucho humor, pero no deja de ser verdad", concluyó Beto Casella.