Esta semana fue muy especial tanto para Benjamín Vicuña como para su expareja, Pampita. Es que Blanca, su hija que falleció en septiembre de 2012, habría cumplido 15 años y la conductora organizó un homenaje al que invitó tanto al actor como a su actual pareja, China Suárez.
En este contexto, el actor contó cómo logró seguir viviendo tras la muerte de su primogénita. "Creo que pasé por diferentes etapas y, finalmente, entre intuición, buenos consejos y la vida misma, entendí que efectivamente debía y tenía el derecho de seguir viviendo, de poder incluso transitar ese camino tan doloroso, aceptarlo, convivir con eso. Y convivo hoy con eso", expresó en diálogo con la revista ¡Hola! Argentina.
En ese punto, remarcó que su hijita vive eternamente en su corazón. "Cada vez que pienso en mi hija incluso hasta sonrío, y eso es muy bonito porque tiene una dimensión profunda, gigantesca y luminosa. Algo que aparentemente es tan triste y trágico, verdad. Me siento cuidado, siento que mi vida por momentos también tiene un sentido y, de paso, también tengo una obligación y un derecho de seguir siendo para mis hijos un padre atento y feliz", agregó, sincero.
"Me siento cuidado, siento que mi vida por momentos también tiene un sentido y, de paso, también tengo una obligación y un derecho de seguir siendo para mis hijos un padre atento y feliz"
Sin embargo, aclaró que cada persona hace lo que puede ante un dolor tan inmenso: "Pero no es una estrategia, me parece más bien un impulso, un susurro de alguien del más allá que claramente me empujó a seguir por este camino. Y yo con esto no bajo línea a nadie. Yo puedo entender y comprender a cada persona que desea vivir su duelo como le parezca, y la persona que desea no seguir viviendo también lo entiendo y lo respeto".
Eso sí, antes de despedirse se refirió a su experiencia y admitió que se puso de pie por su familia. "Pero en mi caso particular, con mis hijos y con la vida por delante, también en un momento me enfrenté a la situación de decir: 'Esto puede ser incluso peor, puede ser cada vez más difícil para mí y para mi entorno', entonces, esa misma rabia que tuve frente a todo, frente a la vida y la religión, en un momento dije 'no, es mi formación, es mi mundo interior, me aferro a eso porque además quiero una larga vida'. Quiero una larga vida y, de hecho, aquí estoy, honrando a mi hija con una sonrisa", cerró.
¡En su corazón!