Un salvaje episodio de violencia de género ocurrido en la provincia de San Juan se hizo viral en las redes, luego de que se difundiera el audio con el momento en que una locutora fue agredida por el dueño de una radio en pleno vivo. El momento fue tan desesperante que un oyente no dudó en llamar a la Policía, que se apersonó de inmediato hasta las instalaciones de Bohemia, según confirmaron en TN al pasar el audio.
En lo que era una transmisión normal de Las Mañanitas de Bohemia (lunes a viernes de 9 a 13) con la conducción de Claudia Vázquez, de repente se oyó un estruendo y el grito de Rodolfo Ridao: “Dale, dale, dame las cosas. ¡Guardalas ya! ¡No voy a hablar con vos!”. Sorprendida, la periodista atinó a intentar calmar al hombre: “Estoy haciendo el programa, ¿no podés esperar a que termine que estoy con los sorteos?”. Sin contemplar que el escándalo estaba saliendo en vivo y en directo, Ridao la amedrentó: “Estás con gente demasiado buena para vos, basura, infeliz. ¿Qué mierda tenés que hablar? ¿Qué querés que te diga? ¿Qué tenés que hablar? ¿Qué querés contarle a los demás, porquería? Para dejar mal parada a mi esposa, ¡no le llegás ni a la suela de los zapatos, basura! Te he dado la vida, te he hecho la mierda que sos por fuera. Sos una hdp. Callate, callate, callate”.
Implacable ante las súplicas de la trabajadora de prensa, el empresario continuó con sus malos tratos mientras ella se quejaba: “No me tires las cosas, pará un cacho, dejame terminar el programa. No sé que te ha dicho tu mujer, Silvia. ¿Por qué siempre le creés?”. En ese instante, Ridao advirtió: ”Mirá que no respondo de mí. ¡Sabés que te voy a hacer mierda! ¡Dale, dale que te voy a hacer mierda!”.
Ya en llanto, la mujer expresó entre ruidos de golpes y un rosario de insultos: “¡Soltame! Dejame que estoy haciendo el programa. No me trates así”.
Por estos hechos, el empresario quedó imputado por amenazas y lesiones leves, y hasta el momento permanece prófugo de la Justicia. En una nota con A24, Claudia Vázquez contó: “Entró al estudio como loco, muy sacado. Yo me quedé callada un momento, no entendía la situación. Dos compañeros habían renunciado en estos días porque también venían recibiendo hostigamientos, pero yo tuve la valentía de hacer la denuncia y hacerlo público. Ridao ya tiene antecedentes tanto con hombres como con mujeres”.
Y concluyó: “Soy una mujer separada con tres hijos, uno con discapacidad y mantengo mi casa. Quiso cortar la transmisión desde la sala del operador y de tanta locura hizo todo lo contrario. En el zamarreo me empujó, me rasguñó, me tiró mi cafetera. Estaba sola y pensé que me mataba porque había agarrado una silla para darmela por la cabeza. Se contuvo dándole piñas a las paredes y a las puertas. Cuando me solté, me fui a la cocina y me seguía insultando, y cuando salí de la radio me encontré con la policía en la puerta”.