Un mes atrás, mientras Pampita (38) estaba en Miami, su ex la llamó para comunicarle que la casa familiar en Chile se había vendido, y que tenía una semana para retirar sus pertenencias. Por eso, Ardohain volvió a Buenos Aires y tomó el primer vuelo a Chile, y con un par de amigas de ese país organizó la mudanza. Sus amigas cuentan que a ella le costó desprenderse del hogar porque era el que habitaban con sus hijos, y guardaba muchos buenos recuerdos.
Por otro lado, el entorno de Benjamín Vicuña (37) confirma que el actor decidió vender la casa el año pasado cuando se separaron. Es una casa que el galán tenía desde 2002, cuando compró el terreno e ideó la construcción del inmueble junto a su hermano Juan Pablo, que es arquitecto. Una vez realizada la operación, la mudanza se concretó en febrero, a cargo del propietario, con un costo de 22 mil dólares. Por su parte, Pampita quedó como propietaria de la casa en Buenos Aires, en el barrio de Nuñez.
Según lo acordado en la separación, ya que no estaban casados, Vicuña cubre la manutención de los niños, que incluye la contratación de cuatro mucamas, el chofer que Carolina considera fundamental para mantener el standard de vida de los chicos, el pago del colegio, la obra social y 10 mil dólares de cuota alimentaria, solicitados por la abogada de la modelo, Ana Rosenfeld.
También se sabe que Benjamín viaja todos los viernes a Buenos Aires para ver a sus hijos, y compartir los fines de semana en una casa en un country de las afueras de Buenos Aires, que alquiló especialmente con este fin. Mientras que la jurado del Bailando pidió autorización para faltar a un programa por mes, para poder viajar a Chile y llevar a sus hijos personalmente al encuentro de su padre.
También se supo que el padre de Benjamín le había regalado un Porsche a la modelo, que no fue reclamado en la separación. Los Vicuña no quieren tener ningún tipo de conflicto con la madre de sus nietos.
Después de tanto escándalo, la relación parece transitar un momento de paz y armonía. Y eso no es poco.