"Me cambian de horario porque estaba en uno demasiado central y donde 14 puntos de rating es malo. ¡Pero yo estoy feliz de tener 13 puntos! Un poco de bronca me da el cambio, pero estoy tranquila".
Con su simpática tonada venezolana, Catherine Fulop manifestó cabalmente su malestar por las postergaciones y cambios de grilla que sufrieron los programas que le encargaron. Primero fue Todo por amor, un ciclo en el que se habían invertido alrededor de 3 millones de pesos y hasta presentó en el living de Susana Giménez... y nunca se emitió. Y ahora, lo que colmó la paciencia de Catherine fue que Telefe no sólo cambió ¿Quién quiere casarse con mi hijo? (que iba lunes y jueves a las 22.15) a los sábados a las 23:30hs, sino que además las autoridades del canal no se pronunciaron ante las críticas que recibió el ciclo.
Amable, pero firme, en diálogo con BdV (el programa de Angel de Brito por Magazine), la conductora disparó. "Me cambian de horario porque estaba en uno demasiado central y donde 14 puntos de rating es malo. ¡Pero yo estoy feliz de tener 13 puntos! Un poco de bronca me da el cambio, pero estoy tranquila porque tampoco siento que es mi programa, como dicen por ahí. Y eso es lo que me da bronca, que nadie salga a defenderme, desde ningún lugar".
"Estoy sola cuando dicen 'Catherine, denunciada porque su programa discrimina a la mujer'. ¿Yo fui la que puse ese contenido? Yo soy la presentadora, un peón. Me da bronca que nadie salga a defenderme".
Las críticas que recibió el reality que le busca la novia ideal a un soltero (con la venia de su madre) no eran tanto por el rating, sino por los comentarios negativos que despertaba. Sin embargo, el formato fue adaptado de la versión española, donde despertaba las mismas adhesiones y polémicas.
Como para que no queden dudas de su profundo fastidio, la esposa de Osvaldo Sabatini arremetió: "Estoy sola cuando dicen 'Catherine, denunciada porque su programa discrimina a la mujer'. ¿Yo fui la que puse ese contenido? Yo soy la presentadora, un peón. Ya habló mi manager para ver si algún directivo reafirma la felicidad del canal conmigo, porque fui una mujer que se puso la camiseta cuando tenían cuatro puntos de rating a la tarde. Yo me siento descuidada, porque siento que hay mucha mala leche. Y la que se tiene que bancar que le digan que al programa le va mal, soy yo".