Moria Casán vivió uno de los momentos más difíciles de su vida el pasado domingo 28 de julio, cuando tuvo que pasar una noche en una celda de Paraguay. El escándalo se desató luego de que el joyero paraguayo Armando Benítez, denuncie a Moria por la apropiación de dos joyas (que fueron prestadas para un show), valuadas en más de 80 mil dólares.
A la distancia, Sofía Gala no podía creer lo que le estaba pasando a su mamá cuando se supo por las noticias. “Mi hija se enteró de pasé la noche en la comisaría cuando llegué a Buenos Aires. `¡No puedo creer que hayas estado en la cárcel!´, me decía, y no parábamos de reírnos”, dijo la diva ortomolecular, poniéndole humor al mal momento.
Moria y Sofía fueron protagonistas de una producción de fotos juntas para la revista y no pudieron evitar hablar del tema de la semana.
“Sofía me pidió que cuide de los que me rodean. Y me dijo `Má, tratá de que esté todo bien. Sos una mina de trabajo y más legal que vos no hay nadie en el planeta. No te hace falta ni un restaurante ni una agencia de modelos. Dedicate a vos, al teatro y a la tele'”, reconoció Moria.
Y reflexionó: "Tiene razón: yo soy mi propia marca y sociedad. Voy a dedicarme a trabajar como siempre, en la tele y el teatro. Y mi nombre, en alto: mi escudo, lo más importante que tengo".
Por su parte , Sofía agregó: "Verla bien es suficiente para mí. Pero le dije 'basta má, no podés estar metida siempre en medio del quilombo'".
De su relación con su hija, Moria dijo: “Nos hablamos cuatro veces al día y tenemos horarios rarísimos: quizá nos llamamos a las cuatro de la mañana. Si no sé de ella, me hago la inspectora y la rastreo donde sea”.
La familia es lo primero.