"Cuevana es un sitio donde vos entrás y buscás lo que querés ver. Cuando surge jamás me pregunté el lado legal. Simplemente lo hice como hobbie porque nunca imaginé que iría a tomar la dimensión que tuvo, pensé que iba a quedar entre familiares y amigos", cuenta con naturalidad Tomás Escobar.
En una , el joven sanjuanino habló sobre la situación actual de , el que permite ver en streaming decenas y decenas de series y películas que suben los usuarios.
En medio de las denuncias contra su emprendimiento, y del debate sobre los límites de la propiedad intelectural en Internet, y del escaso marco legal que exite en esta materia, Escobar cuestiona: " lo que demostró a lo largo de los años es que realmente hay una necesidad de consumo que no está satisfecha. Cuando millones de personas hacen algo que va en contra de la ley, habría que replantearse la ley".
Y agrega: "No tenemos los derechos ni tenemos los contenidos. El contenido está alojado está externamente, no depende de Cuevana, como tampoco su disponibilidad. Nosotros sólo lo indexamos".
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