La buena noticia es que ganó una batalla fundamental en su de mediastino. La mala es que el periodista y locutor no logra dejar su adicción al cigarrillo. Badía explicó cómo marcha su salud, a casi un año de que le descubrieran la enfermedad, en una entrevista íntima con su colega Alberto Lotuf, en Radio 2 de Rosario.
"Yo no entré a un quirófano nunca, siempre le tuve fobia. Y ahora me toca entrar ahí el 12 de diciembre, porque es lo mejor que me puede pasar. Los médicos y los que me quieren, están felices. Es el final o aparentemente es el final de esta curación que es casi milagrosa. De un sachet de leche que estaba en mi pecho, hoy es una bolita viva que hay que sacar", aseguró Juan Alberto, en referencia al tumor que le extirparán.
Sin embargo, Badía se sinceró: "En cuanto al cigarrilo, tengo que decir que soy el más estúpido de los seres de este mundo. Porque fumo a escondidas de mí mismo, porque no lo puedo dejar. Si tuviera que decir cuál es el riesgo que puede haber en esta operación, soy yo mismo con mi mal, el cigarrillo".
Consciente de sus problemas y la angustia que le genera los pedidos de la gente que lo toma como un referente y con poderes sanadores, el conductor de Mi noche favorita afirmó: "No puedo tomar el papel de sanador, milagrero o estar aconsejando tratamientos, porque es mucha la exigencia, mucha mi ignorancia y la desesperación de la gente".
¡Fuerza, Juan Alberto! ¡Y a dejar el maldito cigarrillo!