Fabio "La Mole" Moli se transformó en la principal atracción de la noche de El Trece y de la mano de Marcelo Tinelli conforma una dupla desopilante.
Lejos de los escándalos, lejos de las polémicas, “La Mole” Moli se ha transformado en el número central de la noche de “ShowMatch”: nadie pasa tanto tiempo en el estudio como él, ni jurado ni participantes.
A esta altura, el baile para el boxeador se transformó en un mero acto de presencia, ya que pasa 40 minutos dialogando con Tinelli y hablando sobre las situaciones más insólitas.
En la noche del adagio de telenovela, “La Mole” tuvo un mano a mano con el bailarín profesional Hernán Piquín, a quién se le animó a un mano a mano en la pista tratando de imitar con tosca torpeza los elegantes movimientos.
Luego, Tinelli volvió a insistir sobre el ingreso de “Bailando 2011” de “La Negra”, la mujer del boxeador, pero ante la negativa, el conductor retrucó reclamando la presencia de su hija. Increíblemente, “La Mole” se mostró más permisivo y ahora se abre una luz al fondo del túnel para ver a un familiar del boxeador en la pista.
Pero el plato mayor fueron las clases de inglés que comenzaron a darle a “La Mole”: con Tinelli enseñándole palabras sueltas en el idioma anglosajón, donde el boxeador fue “el plato” de la noche hablando más atravesado que Tarzán.
Y por si fuera poco, “La Mole” se sacó todos los prejuicios de encima, decidió tratar de parecer un bailarín y entró a la pista con ganas de hacer reír, con ganas de payasear y sin dejar de ser un “patadura” encantó a propios y extraños dando vueltas carneros y tirándose al piso como un nene de jardín de infantes.
Como finalización y regalito de su baile, se llevó un buen puntaje y es posible que esta vez zafe de la sentencia, cerró su presencia en “ShowMatch” repitiendo su coreografía, para que los televidentes de El Trece se descostillen de la risa.