Cuando debutó en "Bailando 2010"parecía que en su estadía sólo iba a primar el humor de un típico cordobés humilde que, por primera vez, tenía
tanta exposición frente a una cámara. Pero a medida que fue pasando en el tiempo, en paralelo, su figura fue ,adquiriendo mayor popularidad y los escándalos empezaron a merodearlo.
Primero hubo pelea con , después un roce con para culminar con una gran pelea con . En ese momento, pareció ser que su personaje, el de la Mole divertido y sin filtros, se desvanecía y, para algunos, así fue. Amenazó con renunciar, pero luego, como sucede en todos los casos, terminó volviendo con el caballo cansado; bailó el caño y recibió varios diez como recompensa.
Se agrandó como un ropero, y ahora parece que no lo baja nadie. El sábado estuvo, vía móvil, en el debate de Bailando desde "Sábado Show" y demostró
que la autocrítica no es una de sus cualidades. Apenas iniciado el diálogo, uno de los panelistas, Rodrigo Lussich, le preguntó por la contradicción que implica hablar de su relación con "la Negra" - como lo viene haciendo desde el minuto cero en la pista de "ShowMatch"- y luego enojarse cuando Moria Casán "se mete en esta puerta - la de la intimidad -que él mismo abrió". A propósito la Mole respondió: "Yo hablo de mi familia, de las cosas de mi casa, de mi mujer, y Moria
habló de un noviazgo, y no tiene nada que ver".
Hubo defensa por parte de Any Ventura, otra de las panelistas, que apoyó esta diferenciación, pero a Lussich no parecióconvencerlo. Entonces llegó el turno de consultarle por la performance del caño: "¿No creés que te dieron demasiado puntaje?", una pregunta a la que el cordobés respondió con mucha seguridad: "Yo soy un boxeador que nunca bailé en mi vida, entonces para mí todos los bailes son un diez". Así, con la seguridad de un concursante que es apoyado por el público, la Mole volvió a quitarse responsabilidad en su pelea con Moria y dejó asentado que, de autocrítica coreográfica, ni hablar.