Julia y Germán empezaron su relación hace unos años. Ella, de 22 y el de 36, se enamoraron desde el primer encuentro y no se separaron más hasta el final.
Nunca sintieron profundamente en que la edad podía llegar a ser un obstáculo. O sí : él tenía algo de miedo de que Julia, algún día, conociera a alguien de su edad.
"En nuestro caso el problema no fueron los años que nos llevábamos. Ella siempre fue muy madura para su edad, jamás me sentí avergonzado o que estuviera saliendo con una nena (como muchos de mis amigos solían decir). Lo que sí tuvo que ver, avanzada la relación, fue una diferencia en nuestros tiempos que se relacionó en forma indirecta con la edad", cuenta Germán.
"Pasados los primeros años, yo empecé a sentir la necesidad de vivir juntos y hasta fantasee con la idea de tener un hijo. Esto coincidía con que ella empezaba a brillar en su carrera laboral. No es casual: los primeros meses de práctica en su profesión coincidieron con los últimos de la relación", concluye.
Es que en este caso lo que podía suceder, sucedió. Ambos empezaron a tener una vida desencontrada, a destiempo. Lo que antes no interesaba en cierta forma sí comenzó a interesar. Porque era momento de concretar proyectos, y ella no se sentía en edad de poder hacerlo. Y esto no tenía que ver con el amor, sino con cuestiones de madurez de ambos, de evoluciones y de deseos inmediatos.
Ciertas veces, lo que al principio resultaba atractivo, luego de algún tiempo comienza a parecer molesto. Por ejemplo: Lo que la persona más adulta veía como fresco y jovial en el otro, comienza a tornarse en infantil o inmaduro. Por otra parte, la persona de menor edad, quien antes veía a su pareja como una fuente de seguridad y protección, empieza a sentirla como controladora y asfixiante.
Sin embargo, la diferencia de edad no es un obstáculo cuando ambos saben cuánto se aman y qué esperan de la relación. Claro que la edad en que se inicien como pareja es otro gran determinante, como también lo es la cantidad de años que los diferencia.
Todo dependerá hacia dónde uno quiera apuntar al momento de conocer a esa persona. Algunas veces, que el otro sea de nuestra misma o esté en la "adultez" no es sinónimo de madurez.
Claro que habrá más posibilidades de concordar en proyectos en común y concretarlos con alguien que esté en un mismo momento o al menos parecido , tenga esto o no que ver con la edad específica.
¿Estuviste en relaciones con amplia diferencia numérica? ¿Preferís salir con alguien de tu misma edad? ¿Te gustan las personas más grandes o preferís que sean más chicas que vos?