ciudad mobileciudad
En vivo
Ciudad MagazineEspectáculos

Babasónicos presentó nueva placa

Más de 15 mil personas se reunieron en el Babafest, que concluyó con un show de la banda de casi dos horas.

18 de mayo 2009, 00:00hs
Seguinos en Google

La pantalla, verde (celeste, roja), detrás de un escenario ubicado a media altura, dejaba ver a la banda en sombras, a contraluz, figuras recortadas sobre un fondo eléctrico. Una escalera, central, permitía a Adrián Dárgelos (y no sólo a él) ir y venir entre las sombras y las luces, salir de la oscuridad y hacerse ver, para volver a meterse, escondido entre reflejos. A Babasónicos le sienta bien la combinación entre luces y sombras, entre calidez y frialdad, entre ternura y acidez, virulencia verbal y algo parecido a la caricia musical.

De cuatro discos a esta parte, la música de Babasónicos fue ganando en accesibilidad, en sonoridades cálidas, amables y, hasta cierto punto, intercambiables entre sí. Pero sus letras siguen siendo mordaces, irónicas, de inusual acidez (para con los otros, para quien las canta, para los personajes que habitan esas historias), lo que provoca una extraña fricción. Si en una balada en apariencia tierna y adorable como Nosotros, Dárgelos arranca diciendo empezá por aceptar tu maldad/un poco de autocrítica no te vendría mal está claro que esa fricción es la "marca de agua" de la banda.

Y es esa, tal vez, una de las mayores virtudes de Babasónicos. Una que, cuando suenan en vivo, refuerza los efectos, los lleva a un nuevo nivel. Dicho de otra manera: cuando la banda ataca con sus temas musicalmente más agresivos, rockeros, ese tan personal surf/spaghetti/rock (¡Viva Satana!, Pendejo, Soy rock, Montañas de agua) que caracteriza buena parte de su repertorio, el efecto desaparece y el asunto se reduce a un efecto de show de rock algo más convencional. Con fuego en las pantallas, actitud física desafiante y volumen al máximo, nada cruje ni incomoda. Digamos que, simplemente, funciona.

En cambio, la mayor dificultad y proeza de la banda es sacar partido de las otras canciones, esas que provocarían caricias entre las parejas del público (y había muchas y de las edades más variadas) si no fuera porque Dárgelos les devuelve un no tengo interior para mostrar/Tampoco soy espontáneo (Yo anuncio), que los hace desangelarse, volver a agarrar las cámaras y filmar.

Ahí, extrañamente, es donde Babasónicos es más rock que cuando hace, literalmente, lo que algunos podrían calificar como rock. Cuando desafía las convenciones de las canciones, de lo que se supone que es un show en vivo para 15 mil personas, cuando hace una lista de temas de curioso orden, cuando su tecladista se pasea como si estuviese en un desfile de modas o cuando Dárgelos abandona la intención (esta vez más que otras) de conectarse con el público para "caminar el escenario" de izquierda a derecha como un profesor universitario abstraído en su propio discurso.

Babasónicos hace un culto de la representación, de la distancia, de la seducción histérica (me da igual que te sea indiferente/ya caerás en mis brazos) y el público parece entender el juego. Es por eso que muchos sienten que sus recitales son "fríos" cuando en realidad son como rounds de estudio erótico, donde poco parece pasar por afuera (lo social) y más por cada espectador (lo personal). Si Dárgelos les habla, uno por uno, la respuesta jamás aparece en vivo, lo cual no quiere decir que no exista. No sólo de coros y saltos vive el rock -de hecho, ese es su clisé más redundante y obvio-, sino de la posibilidad de afectar a quien lo escucha, alterando y modificando su percepción.

Hechizar y deshacer el hechizo es el difícil juego al que juega Babasónicos. Por un lado, la puesta en escena (la gran pantalla trasera) sorprende por su creatividad y su impacto visual. Por el otro, los músicos deciden bajar la ensoñación, con una broma, con un texto en pantalla, con una actitud distante. No esperes nada de mí, dice Dárgelos por ahí. Si hay algo que más de medio siglo de cultura rock debería habernos enseñado es, precisamente, a eso.

(Fuente: Clarín)

Las más leídas

1

Jimena La Torre y las cartas de la suerte para cada signo hasta el 27 de diciembre

2

Flor Vigna venció a Mica Viciconte en un intenso duelo en Párense de Manos 3

3

Flor Vigna derrotó a Mica Viciconte en Párense de Manos 3: las fotos de la pelea

4

Quiénes son los invitados de Juana Viale de este domingo 21 de diciembre

5

Árbol navideño de queso y espinaca: la receta para una entrada original para abrir la mesa de las Fiestas

Más notas sobre Espectáculos

Lengua a la vinagreta, una receta clásica de las Fiestas.  Foto: Cucinare TV

Un clásico de las Fiestas: la receta paso a paso para la lengua a la vinagreta

Árbol de Navidad que queso y espinaca, una receta para sorprender en las Fiestas. Foto: Cucinare TV

Árbol navideño de queso y espinaca: una entrada original para abrir la mesa de las Fiestas

Flor Vigna se quedó con el duelo más esperado y venció a Mica Viciconte en Párense de Manos 3: las fotos
A TODO O NADA

Flor Vigna se quedó con el duelo más esperado y venció a Mica Viciconte en Párense de Manos 3: las fotos

Los comentarios publicados en ciudad.com.ar podrán ser reproducidos parcial o totalmente en la pantalla de Ciudad Magazine, como así también las imágenes de los autores.

© 1996 - 2025, Artear

Seguinos en las redes

Últimas noticias

  • Un clásico de las Fiestas: la receta paso a paso para la lengua a la vinagreta
  • Árbol navideño de queso y espinaca: una entrada original para abrir la mesa de las Fiestas
  • Flor Vigna se quedó con el duelo más esperado y venció a Mica Viciconte en Párense de Manos 3: las fotos
  • Quiénes son los invitados de Juana Viale de este domingo 21 de diciembre

Secciones

  • Espectáculos
  • Actualidad
  • Internacional
  • Exclusivo
  • Horóscopo
  • Cine y Series
  • Videos
  • Música
  • Qué Look

Sitios amigos

  • Canal (á)
  • Cucinare
  • El Doce
  • eltrece
  • Cienradios
  • Clarín
  • Grupo Clarín
  • La 100
  • La Voz del Interior
  • Mitre
  • Olé
  • Quiero Música
  • TN
  • TyC Sports
  • Vía País

Seguinos en las redes

© 1996 - 2025, Artear

Mapa del sitio
Aviso Legal
Políticas de privacidad
Media Kit