En la madrugada del jueves, después de la entrega de los Martín Fierro, Susana junto a su grupo íntimo de amigas festejaba su premio en el café del Sheraton. De repente, las puertas del ascensor se abrieron y apareció Marcelo Tinelli junto a sus dos hijas mayores, como todo caballero se acercó y la sorprendió con un cariñoso saludo en el oído. Ella, se mostró sorprendida y comentó: "¡Qué grandes y lindas que están las dos chicas!."
Así fue como los divos de la tele limaron las asperezas que desde hace un tiempo tienen y se prometieron, ya sin reproches, un nuevo encuentro.