La verdad es que llegamos a esta altura del año con lo que nos queda. Venimos aguantando hasta este punto y la Navidad es el primer tropiezo que, escala del 31 mediante, nos dejará aterrizar en un año nuevo. Estos días son, sumando despedidas del año en el trabajo y otras varias, una maratón medio descontrolada del "no doy más".
En medio de tanto brindis, se me ocurrió preguntar qué pasa con el sexo en una noche como la que hoy nos espera. Anduve haciendo una mini encuesta entre mis conocidos de siempre y nadie recuerda haber tenido sexo de nochebuena. En general la gente se va a la cama: muy borracha, o con la panza demasiado llena de confites, pan dulce y vitel thone, o enojadísima con su parentela, o deprimida (sí, eso también me lo dijeron) pero nadie, nadie, nadie me hablo de buen sexo de Navidad. Nadie.
El 25 parece que tampoco sirve para ponerse al día. El 25 es como un largo, larguísimo proceso digestivo, un día para tomar analgésicos y polvos efervescentes para el estómago, un día para quedarse quietito por el dolor de cabeza. Y los que superan la noche del 24 en mejores condiciones siguen en el tren de asados, almuerzos y el sexo, bien gracias...
Recién en las vacaciones, con un poco más de relax, empieza a resurgir la vida sexual.
Así que si alguien conoce a alguien que tenga un historial de sexo navideño o que tenga planes hot para esta noche, que avise. A ver si comparte sus "felicidades" con nosotros.
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