¿Cuánto le importaba a un autor consagrado y de la dimensión de Borges lo que pudieran decir los académicos sobre su propia obra? Según Pastormela y pese a lo las apariencias, bastante. "En ocasión de las Obras Completas, de 1974, se corrigió mucho a sí mismo. En la construcción de una imagen final, rescribió libros anteriores e intentó excluir de su obra una parte valiosa de su mejor producción".
Pero no es el único ejemplo. "Por cómo preveía al lector en sus textos o por la gratitud con que recibió la consagración a partir de la década de 1950, diría que era muy sensible a la recepción de lo que escribía".