La actriz zafó de ir a la cárcel, pero fue obligada a llevar un brazalete en su tobillo para detectar el consumo de alcohol y a someterse a pruebas al azar para detectar drogas en su cuerpo como una condición para permanecer libre bajo fianza.
La jueza Marsha Revel, que al parecer canceló un día de sus vacaciones para hacerse cargo en persona de la audiencia, mostró poca consideración con la protagonista de . Además rechazó la petición de Shawn Chapman Holley, abogada de la artista, que aseguró que el brazalete interferiría con una sesión de fotos que tenía programada la actriz para su próxima cinta en Texas.
"La corte no tiene la intención que cambiar (su fallo). Ella necesita presentarse aquí, no en Texas. Me temo que tendrá que aplazar eso por ahora", aseguró Revel.
También a la actriz se le ordenó completar sus clases semanales sobre educación acerca del alcohol. Lohan había asistido sólo a 10 de las 13 clases asignadas por la justicia.
La semana pasada la jueza había revocado los términos de libertad condicional y había emitido una orden de arresto en contra de la actriz, después de que ésta no compareciera en una audiencia programada. Holley aseguró que su cliente había perdido el pasaporte en
Francia y que no había podido regresar a tiempo a Estados Unidos para la audiencia.
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