, la recordada mamá de la saga "Mirá quién habla" y de muchos otros éxitos está en problemas. Tiene 59 años y pesa 104 kilos, tras someterse a una dieta autoimpuesta para llegar a pasar los tres dígitos de peso.
Ahora, la actriz estadounidense reconoce que su desmesurado aumento de peso no fue positivo para su salud. Está casi sin trabajo, luego de su reality "Fat Actress" en el que se seguía su día a día y su lucha por adelgazar. En ese momento logró bajar 34 kilos.
Pero, luego se propuso revertir la situación: "Cada comida era un evento. Si íbamos a Italia, comíamos pasta, trufas y postre y luego planeábamos el siguiente increíble menú", explicó Alley, quien más tarde, cuando alcanzó los 104 kilos de peso, se dio cuenta de que aquello era una "locura".
"Estoy indignada conmigo misma. Me he decepcionado y, lo que es peor, he decepcionado a otros. La gente me admiraba por haber perdido todo ese peso (en el programa de televisión)", comentó la actriz, que nuevamente ha iniciado un "reality show" sobre su vida, "Big Live" en el que combina su rutina familiar con su dieta. Arrepentida, Alley manifestó que durante el tiempo que estuvo engordando negaba su propia realidad.
La actriz señaló que la Iglesia de la , de la que es miembro, fue de gran ayuda para poner freno a su desmesurado´.
¿Podrá Alley bajar tan fácilmente tantos kilos? ¿Lo hará por su salud o para seguir teniendo pantalla y rating?