Un tribunal alemán de Hamburgo instó a a eliminar 148 libros electrónicos. Y si los encargados de la página no lo hacen, se expondrían a penas de cárcel de hasta dos años y multas de hasta 250 mil euros. Algo así como 25 mil euros por libro.
El tribunal dictó una sentencia a favor de seis editoras de libros que este mes presentaron una demanda contra RapidShare porque los tenían online: Bedford, Freeman & Worth y Macmillan, Cengage Learning, Elsevier, The McGraw-Hill Companies y Pearson.
El 10 de febrero el Tribunal de Hamburgo dictaminó que la empresa debía detener la distribución de los títulos a los que aludían los editores en su demanda. Así, ordenó a sus propietarios, Christian Schmid y Bobby Chang, "bloquear con rapidez" el acceso a los libros piratas y "tomar las medidas necesarias para prevenir una situación similar en el futuro".
No es la primera vez que Rapidshare recibe una orden de filtrado de contenidos, ya en 2009 el Tribunal Regional de Hamburgo dictaminó que la empresa debía eliminar 5.000 temas del catálogo de GEMA.