Natalia Oreiro tiene 32 años. Está divina, y encima, se suma la guerra de "naturales vs operadas": "Salvo mi operación de apéndice a los 6 años en Málaga, donde residía, jamás pasé por un quirófano", confiesa.
Sin embargo, en su charla con la revista Gente no descartó cambiar de opinión más adelante. "No sé si preferiría operarme para continuar transmitiendo un semblante fresco en mi trabajo o transitar el transcurso de las décadas portando un rostro que muestre experiencia. Habrá que aguardar el veredicto de mi ego cuando le llegue el momento de decidir. Dejemos que lo elabore él", comentó.
Por otra parte, anunció: "Capaz que en 2011 regrese a la tira. Dependerá de la propuesta. Me entretengo una barbaridad en la televisión", según publica Diario Show.
Además Nati contó que ve mucha tv: "Le saco chispas al zapping. Me mantengo informada y desinformada de todo. Sé quiénes son Ricardo Fort o Zulma Lobato. No obstante, pongo mayor atención en la ficción. Me matan dos series, The Tudors y Six Feet Under, los ciclos de Diego Capusotto y las obras maestras de Alfred Hitchcock. Como ves, soy una espectadora amplia".
La mujer de Ricardo Mollo también salió a bancar la adopción y los matrimonios gay. "Que puedan adoptar los solteros y no los gays me parece un acto de discriminación y un mensaje mentiroso. ¿Acaso no nacen personas homosexuales de matrimonios no homosexuales? Estoy a favor del amor", explicó.
Por último, de vacaciones en La Habana, confesó que siente el espíritu de las cubanas: "Así soy yo. Sin complejos. Te puedo aparecer glamorosa en una red carpet, y en casa cortarme el flequillo sola, andar en patas, ponerme un salto de cama chino y pasar a un solero hippie. Tengo el espíritu de Peter Pan. Mi ahijadita, Mía, me llama "la madrina loca". Una gran porción de mi vestidor son disfraces que traje del exterior suponiendo que iba a interpretar personajes que no sé si interpretaré".
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