Ya desde la semana pasada la jurado de "El Musical de tus sueños", y ex de Matías Alé, se viene peleando con todo el mundo. Sus compañeros de tribunal la acusan de incoherente y monologuista, y los participantes le reprochan que, a causa de sus incoherencias, le quita crédito al programa.
Los espectadores opinan que no divierte, incomoda. Pero, aún así, la noche de hoy ha generado más expectativas que una eliminación semanal o que una final de certamen.
Y los culpables son los mismos protagonistas, quienes salieron a recoger algunas esquirlas de la pelea para mostrárselas al público antes de tiempo. Y más cuando el rumor de una posible censura del material se echó a correr. Ahí, el señor de la galera salió a decir que el programa debía salir al aire "para desenmascarar la verdadera personalidad de Alfano", en tanto que Graciela le sugirió a la producción que no se vería bien que en un ciclo que brega por la paz y la tolerancia se emitan escenas de violencia.
Pero: ¿hasta dónde habrá llegado esa violencia? ¿Cuál habrá sido el alcance de los misiles? ¿Podrá finalmente el espectador hacerse eco de este enfrentamiento, o tendrá que conformarse con los dimes y diretes de lo que fue y nunca va a ver? En los pasillos resuena un hiriente insulto que la ex sex symbol le habría dirigido a "la reina"; se habla de una supuesta enfermedad que padecería Pachano, y se habla de una reacción violenta de su parte al escuchar las palabras de Graciela.
Dicen que la rubia esconde un lado oscuro; que es una persona delante de cámara y otra detrás; que en pantalla se muestra tranquila y respetuosa, y que cuando se apaga la luz expone su costado más perverso, más combativo.
Todo se dice y todos escuchan, pero todos quisieran que pase para poderlo ver. Pachano quiere, Alfano no y la producción de "ShowMatch" todavía no ha decidido qué hacer. Se rumorea que están tentados de salir a pelearle a "Botineras" con este tanque mediático, pero también se dice que la pelea sería demasiado agresiva para ponerla al aire. Por el momento habrá que esperar hasta la noche para ver cuánto de lo que se dijo es verdad y para ver cuánto de lo que pasó se decide mostrar.