Un adolescente norteamericano de 19 años estaba acusado de haber robado un negocio en Rikers Island (Broolkyn) y fue detenido.
Tras 12 días de estar en la cárcel, se pudo comprobar que el chico llamado Rodney Bradford, no era culpable, ya que en el momento del robo él estaba en su casa publicando un mensaje en el perfil de Facebook de su novia.
El mensaje le permitió a su aboado demostrar la inocencia de su cliente, ya que la prueba fue contudente.
"Fue simplemente una coartada sólida. Refleja el grado de penetración en nuestras vidas que tienen los sitios de socialización en internet", indicó el abagado del joven a diario The New York Post.
Así que ya lo sabemos.
Nada del Chapulín Colorado. Cuando alguien pregunte "¿Y ahora quién podrá defenderme?", la respuesta será "Facebook."