Megan Fox ha decidido mostrar la parte más desconocida de su controvertida personalidad. La actriz de la saga Transformers confiesa en una entrevista que cree firmemente que sufre de esquizofrenia.
En una entrevista con la revista británica Wonderland, Megan Fox revela que sufre de "brotes de esquizofrenia" y que ha tenido problemas mentales desde pequeña, aunque nunca le han sido diagnosticados por un psiquiatra.
A sus 23 años, la actriz afirma que muestra síntomas de sufrir alguna enfermedad mental grave, con alucinaciones auditivas, ilusiones paanoides y disfunción social. "Definitivamente, sufro de algún tipo de enfermedad mental pero no he localizado cuál es", señala.
Para identificarlo, Megan Fox no duda en estudiar meticulosamente la vida de su icono, Marilyn Monroe, fallecida por sobredosis a los 36 años, pues cree que sufre de los mismos problemas mentales que podrían llevarle a un final similar.
"Básicamente leo cada libro que se ha escrito sobre Marilyn Monroe. Yo puedo acabar así porque constantemente lucho con la idea de que creo que soy retrasada o de que tengo brotes de esquizofrenia", afirma la actriz.
En otra entrevista con la edición estadounidense de Cosmopolitan, la actriz muestra esas contradicciones internas a las que hace frente. Así, confiesa que aunque es muy segura a la hora de "proyectar su personalidad", no lo es tanto en su aspecto físico.
"Soy completamente, histéricamente, insegura. Me odio a mí misma, soy introvertida y neurótica. No me gusta ser vista, me encantaría ser invisible", sentencia Megan Fox, que en otra contradicción interna confiesa ser mujer de un solo hombre y, al mismo tiempo, que le encanta coleccionar hombres atractivos.